Luego de que el Senado de la República aprobó la Ley general de movilidad y seguridad vial, se espera que se reduzcan las muertes de peatones por siniestros viales, además de las de ciclistas y motociclistas.

Incluso aumentaría la inversión en infraestructura vial para peatones, transporte público y vehículos no motorizados, pues actualmente, un 70% de esta inversión privilegia a los automovilistas.

La senadora Patricia Mercado subrayó que la ley contiene criterios para facilitar el traslado de personas, máxime de escasos recursos o que tienen alguna discapacidad, pues no hay condiciones para que se desplacen.

Mientras que Xóchitl Gálvez recordó que desde el 2015, en promedio, cada año se han registrado 378,504 siniestros de tránsito en México, ocasionando alrededor de 16,000 muertes, unas 44 defunciones al día.

De acuerdo con una publicación de almomento.mx, entre 990 y 2017, los vehículos en circulación crecieron a una tasa anual promedio del 5.3%, mientras que la población lo hizo a una tasa del 1.5 por ciento.

Por ello, la propuesta sienta las bases para reducir siniestros de tránsito e implementar proyectos estratégicos de infraestructura para la movilidad y seguridad vial.

Otra de las disposiciones, agregó Mercado, plantea el desarrollo de programas de información, educación e investigación en materia de sensibilización, así como formación sobre movilidad y seguridad vial.

Por su parte, Gálvez mencionó las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la movilidad y la seguridad vial luchan desde hace años por lograr que exista una ley de este tipo a nivel nacional.

Así, fue necesario reformar los artículos 4, 73 y 115 de la Constitución, porque no se tenía una disposición legislativa que estableciera concurrencia de facultades y para facultar al Congreso para expedir una ley general.

En una publicación de El Heraldo de México, mencionó que con la ley se da un paso grande hacia la construcción de un sistema vial seguro, la pacificación de calles y la metamorfosis de ciudades para que se centren en la gente y no en los automóviles.