La recuperación de la inversión en construcción ha sido a un ritmo inferior a la observada por la inversión fija bruta (IFB) de todo el país. Considerando cifras originales, de enero a octubre la inversión en construcción creció 6.3% respecto al mismo periodo de 2020, en tanto la IFB ha repuntado 10.7% en el mismo periodo.
La inversión residencial, que es la realizada por los privados, ha sido la más dinámica con un avance de 9.1% a lo largo de los primeros 10 meses del año 2021, mientras la inversión no residencial que es la dependiente de inversión pública acumula un avanza de 3.4% de enero a octubre de 2021 en relación al mismo periodo de 2020.
A pesar de que su recuperación ha sido lenta en relación a la contracción de -17.4% que se observó en 2020, en octubre mostró un mayor debilitamiento mensual por el estancamiento de la inversión residencial (0.0%) y la contracción de -1.0% de la no residencial.
Derivado de ello muestra un gran rezago respecto a la inversión previo al inicio de la pandemia.
De acuerdo con un análisis de Banorte, este desempeño es similar a la tendencia del gasto del gobierno federal en inversión física, que se desacelera en su comparativo anual.