Ya que la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad de Guanajuato (SICOM) resolvió 167 expedientes, con un recurso de más de 53.29 millones de pesos (mdp), la construcción de la autopista Silao-San Miguel de Allende iniciará en el primer semestre del 2023.
José Tarsicio Rodríguez, titular de la dependencia, mencionó que con este proyecto, que partiría del entorno del Parque Bicentenario, se pretende ahorrar por lo menos de 20 a 30 minutos de viaje de Silao a la ciudad patrimonio de Guanajuato.
Ya que la preparación y conformación de aspectos técnicos se cerraron en diciembre del 2021, se ha podido continuar en estos primeros días del 2022 con los estudios técnicos, ambientales, de aforos y escenarios financieros para su licitación y concesión.
Una vez dado este paso se realiza el trazo definitivo para liberar la tierra que se requiere para la construcción del proyecto. “Terminamos una etapa que fue recibir estos expedientes de liberación que estaba en diversos momentos o en diversas condiciones, de lo que en su momento había liberado la federación.
Esto se concluyó; aquí se invirtieron 53.29 mdp, que fue también parte que se recibió de la federación, dijo Tarsicio Rodríguez a Milenio. Añadió que primero definirán el trabajo y luego lanzarán la licitación para la concesión, por lo que no hay un estimado del costo total del proyecto.
La infraestructura existente ya es de gran ayuda para no viajar de Silao a Guanajuato y Juventino Rosas pues, de ese punto, para llegar a San Miguel de Allende se puede tomar el Eje Metropolitano o la carretera 45. Después de dos administraciones anteriores, Diego Sinhue Rodríguez retomó el proyecto en el 2020.
En agosto pasado, el titular de a SICOM refirió que en el segundo semestre de este año publicarían la licitación para otorgar la concesión del proyecto; apenas en marzo del 2021, el gobierno de Guanajuato acordó la transferencia de la concesión con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Reveló a AM, que la dependencia federal entregó 167 expedientes de los propietarios de terrenos por donde pasará la autopista, que vendieron u ofrecieron vender hace años, cuando se realizó el primer trazo de la vía, que tiene entre sus objetivos la reactivación económica de la entidad.