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Por ello, remitió al Congreso de la Unión una opinión en la que recomendó no aprobar la iniciativa propuesta por el gobierno federal.  

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La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) advirtió que la iniciativa de Reforma eléctrica propuesta por el gobierno federal suprimiría la competencia en el sector y  eliminaría los mecanismos de regulación que permiten su desarrollo eficiente.

Además, señaló que el cambio de modelo afectaría a consumidores y empresas mexicanas por tarifas de electricidad más caras, y lastimaría las finanzas públicas debido al uso ineficiente de recursos y a la aplicación de subsidios, motivos por los cuales recomendó no aprobar la iniciativa.

Expuso que la iniciativa “renuncia” de manera tajante al modelo de competencia en la generación y suministro de electricidad, al sustituirlo por un modelo industrial verticalmente integrado y operado por un monopolio estatal no regulado.

 

El modelo ha sido abandonado en muchos países por su ineficiencia, incapacidad de atender la demanda, altos costos e impacto negativo en las finanzas públicas: Cofece.

 

“El Pleno de la Cofece remitió al Congreso de la Unión una opinión en la que recomienda no aprobar la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política” de México, en materia energética”, compartió el organismo en un comunicado. 

Y reiteró “la importancia de mantener y consolidar un modelo eléctrico basado en la competencia, acompañado de los elementos de regulación que sean necesarios para salvaguardar el interés público”, ello, porque la propuesta no advierte mecanismos para asegurar que la electricidad generada sea la menos costosa.  

“Por el contrario, un cambio como el que se propone retrasaría la salida del mercado de las centrales de generación más viejas, contaminantes e ineficientes; asimismo desincentivaría la instalación de nuevos proyectos que pudieran operar con tecnologías más eficientes y amigables con el medio ambiente”.

 

 

La Cofece destacó que aunque la iniciativa prevé que los privados generen un 46% de la energía requerida por el país, sería solo para venta a la CFE y en los umbrales, términos y condiciones que la empresa determine, lo que la convierte en un monopsonio en la compra de energía eléctrica y monopolizaría toda la cadena de valor.

Fausto Barajas opinó que la iniciativa de reforma no es eléctrica, sino política; señaló en El Heraldo de México que con ella peligrarían las libertades de los ciudadanos y de las empresas porque el gobierno decidiría si una empresa opera o no, y pondría en jaque a autoridades locales con la manipulación de tarifas.