La administración de Joe Biden da un paso clave para garantizar que el dinero federal respalde la manufactura de Estados Unidos, pues los proyectos financiados por el paquete de infraestructura de 1 billón de dólares (bdd) deben tener materiales producidos en suelo estadunidense.
Una nueva guía emitida por el gobierno requiere que el material comprado para realizar vías, puentes, tuberías o cualquier otra infraestructura, se produzca en el país, y en caso de que no haya suficientes productores nacionales o el material cueste demasiado, dicho requisito será dispensado.
Así, se crearán más empleos, aliviarán las tensiones en la cadena de suministro y reducirán la dependencia de China y otras naciones con intereses diferentes a los de Estados Unidos. Y con la inflación en un máximo, se apuesta a que una mayor producción nacional reducirá las presiones sobre los precios altos.
El presidente mencionó que unos 700 mil mdd que el gobierno dedica anualmente a la adquisición de bienes priorizan a los proveedores estadounidenses, pero las regulaciones que se remontan a la década de 1930 se diluyeron o se aplicaron de manera que enmascararon el uso de importaciones extranjeras.
El paquete de infraestructura requiere que, a partir del 14 de mayo, ningún fondo asignado a las agencias federales para proyectos se gastaría, a menos que todo el hierro, acero, los productos manufacturados y materiales de construcción utilizados se produjeran en Estados Unidos.
La guía incluye tres estándares para la exención de estos requisitos: compras incompatibles con el interés público; materiales necesarios no producidos en cantidades suficientes y razonablemente disponibles o de una calidad satisfactoria; materiales estadounidenses que aumenten el costo en más del 25 por ciento.
/Con información de AP/