En el sexto mes del año en curso, la inversión en construcción registró un crecimiento de 0.4% en relación al mes de mayo, mostrando una recuperación marginal luego de la contracción de -2.7% de mayo, considerando cifras ajustadas por estacionalidad.
La inversión en construcción residencial se mantiene como la más afectada, al acumular una contracción de enero a junio de -3.4%, comparado con el mismo periodo de un año previo.
Con gran contraste, la inversión no residencial presenta un crecimiento de 8.2% anual durante la primera mitad del presente año.
Analistas de la institución consideran que “si bien la inversión en construcción no residencial aún no supera su nivel prepandemia, es la que más se ha recuperado y muestra a junio un rezago de solo un 4.90%. En cambio, la construcción residencial disminuyó 1.33% durante junio, después de haber caído un 2.78% en mayo. Respecto a su nivel prepandemia, la inversión en construcción residencial muestra un rezago de 13.21%”.
En Monex, sus analistas consideran que “los catalizadores de estos elementos están vinculados al sentimiento de confianza de los inversionistas en el largo plazo y a los factores locales, por lo que su rezago da un mensaje poco alentador para la perspectiva económica”.