Hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó el proyecto para cerrar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a las operaciones de carga, y aseguró que la intención es que las aerolíneas utilicen el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para reducir la saturación de la terminal aérea capitalina.
De acuerdo con el presidente mexicano, en el aeropuerto ubicado en el Estado de México hay suficiente espacio, seguridad y posibilidad de agilizar trámites para las operaciones de carga aérea, además, trasladar éstas evitaría accidentes entre los aviones que salen, llegan o cruzan las pistas.
Y pese a que el decreto menciona solo un plazo de solo 90 días para este cambio, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) advirtió que este tiempo es inalcanzable y pondría en riesgo la seguridad de las operaciones, por lo que el sector aéreo requiere mínimo un año para concretar el cambio.
“El trasladar el servicio exclusivo de carga a otras terminales de manera apresurada afectará de manera significativa el correcto funcionamiento de la cadena de suministro, mermando la competitividad de nuestra industria e impactando cientos de empleos directos e indirectos que las operaciones de carga en el AICM generan”.
Por su parte, la empresa DHL mencionó que “somos muy respetuosos de las instituciones, gobiernos y sus leyes. Nos mantendremos informados sobre este tema y actuaremos según la ley nos indique. Seguiremos trabajando eficientemente en favor de nuestros clientes y socios comerciales...”.
Según datos de la Canaero, la eventual salida del AICM de las aerolíneas que ofrecen el servicio exclusivo de carga tendrá un impacto de 3.3% en las operaciones comerciales totales que se realizan, de acuerdo con datos del 2022, año en el que se fijó su tope por el inicio de operaciones del AIFA.
Con base en datos de la terminal aérea capitalina, las 16 empresas que tienen actualmente actividad realizaron 12 mil 028 operaciones en el 2022, de las cuales un 75.7% fueron internacionales. En los últimos 10 años las actividades de carga tuvieron su mayor participación en el 2020, con un 5.3%, debido a la crisis sanitaria por el Covid-19.
Por otro lado, especialistas indicaron que el proyecto beneficiaría a las empresas norteamericanas, pues al cambiar de aeropuerto, las empresas no podrían operar sus vuelos a Estados Unidos, ya que eso se consideraría una nueva ruta y la degradación aérea lo prohíbe.
Además de que impacto en la saturación del AICM sería solo del 3%, pues esta terminal aérea es la más importante a nivel nacional en cuanto al volumen de carga, pues del total que se traslada anualmente, el 75% corresponde a carga que va o viene del extranjero, y el resto es mercado nacional, dijeron los especialistas a Reforma.