El proyecto para construir la que será la planta desalinizadora más grande de Brasil obtuvo un permiso clave, por lo que las obras iniciarían en marzo próximo en Fortaleza, estado de Ceará, y concluirían en los primeros meses de 2026.
La planta desalinizadora consiguió la licencia preliminar de Semace para iniciar las obras del regulador ambiental estatal, asimismo, la autorización de la agencia de patrimonio del Gobierno Federal, SPU/CE.
Ubicada al nordeste del país, la planta se desarrollará bajo el modelo de Asociación Público-Privada (APP) liderada por Águas de Fortaleza, que integran Marquise Infraestrutura y la empresa Cagece.
El contrato de APP es por 30 años y considera una inversión de 632 millones de dólares (mdd) para construir, operar y mantener la planta de 1.000l/s que suministrará agua potable a los embalses Mucuripe y Praça da Imprensa de Cagece.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Según una publicación de bnamericas.com, el proyecto enfrenta la oposición de los operadores de telecomunicaciones, ya que se ubicará cerca de los sitios de atraque de docenas de cables submarinos.
El regulador Anatel considera que los cambios realizados por Águas de Fortaleza a los planes originales no fueron suficientes para mitigar el riesgo de daños a los cables, que son clave para las operaciones de telecomunicaciones de Brasil y Sudamérica.
Cagece niega que exista riesgo y sostiene que la futura planta desalinizadora es esencial para garantizar la seguridad hídrica en una región donde la amenaza de sequías probablemente se incrementará en los próximos años.