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Conscientes de que los edificios son grandes emisores de gases de efecto invernadero (representan 37% de las emisiones globales), urge adoptar prácticas de construcción sostenible para reducir este impacto.

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La edificación sostenible ha emergido como uno de los temas más prominentes en la industria de la construcción, arraigándose firmemente en la agenda ambiental global durante más de una década.

Este enfoque no solo refleja una respuesta a la creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental, social y económica, sino que también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. Específicamente, el ODS número 11 enfatiza la necesidad de lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, reconociendo así la importancia crítica de la transformación de los espacios urbanos para alcanzar un desarrollo sostenible a nivel global.

 

Bajo este contexto, la industria de la construcción enfrenta el desafío de abordar su considerable huella ambiental, con los edificios y la construcción representando aproximadamente el 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Esta alta contribución se debe en gran medida al uso intensivo de materiales con una alta huella de carbono, como el cemento, el acero y el aluminio. Ante esta realidad, es imperativo redefinir las prácticas de construcción y avanzar hacia modelos más sostenibles que minimicen el impacto ambiental y promuevan la resiliencia urbana.

 

Al respecto, el sistema LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) ha surgido como un referente internacional para la certificación de edificios sostenibles. Desarrollado por el U.S. Green Building Council (USGBC) y administrado por el Green Business Certification Inc. (GBCI), LEED proporciona un marco de referencia integral que promueve la eficiencia energética, la conservación de recursos, la salud y el bienestar de los ocupantes, así como la reducción de impactos ambientales negativos durante todo el ciclo de vida de un edificio.

Con lo que respecta al contexto específico de México, el país ha demostrado un compromiso notable con la construcción sostenible, como lo demuestra su reciente clasificación como el décimo país a nivel mundial en la lista anual de los 10 mejores países y regiones para LEED en 2023. México, junto con Brasil, representa una creciente demanda internacional de edificios sostenibles certificados por LEED, lo que refleja un compromiso tangible con la reducción del impacto ambiental y el impulso de prácticas constructivas más responsables.

 

 

Rebeca Ortiz, líder de desarrollo de negocios del GBCI en México, destaca que a través de las certificaciones LEED, el país ha consolidado su liderazgo en construcción sostenible, atrayendo inversiones verdes y demostrando un fuerte compromiso contra el cambio climático. Este enfoque integral no solo promueve la calidad de vida y la protección del medio ambiente, sino que también aborda aspectos complementarios a la conservación de recursos, como la eficiencia energética e hídrica, así como la calidad del aire interior.

 

LEED v5, la última versión del sistema, marca un hito significativo en la evolución de la sostenibilidad de los edificios, centrándose en nuevos ejes como la descarbonización, calidad de vida y conservación y restauración ecológica.

 

Esta actualización refleja la creciente necesidad de una mayor rendición de cuentas y acción concreta frente a los desafíos actuales de nuestra sociedad, buscando alinear el entorno construido con imperativos críticos como la descarbonización, la conservación de los ecosistemas, la equidad, la salud y la resiliencia.

Finalmente, LEED v5 ofrece un marco integral para prácticas de construcción sostenible que impulsan cambios positivos en todo el mundo, lo que refleja un compromiso continuo con la construcción de un futuro más sostenible y resiliente.