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El sector construcción en México se prepara para un 2025 desafiante, marcado por recortes en inversión pública y una contracción económica. Podría ser la actividad con el peor desempeño del siguiente año.

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De acuerdo con un análisis de la división de estudios Económicos Citibanamex, el sector de la construcción será el más afectado en 2025 debido a un deterioro en el panorama político y a la consolidación fiscal.

 

Este sector, que en 2023 y 2024 fue un motor clave para la economía, registrará una contracción significativa, con un decrecimiento estimado del -7% en su Producto Interno Bruto (PIB), luego de un crecimiento proyectado de 6.5% en 2024.

 

Detalla que el Paquete Económico 2025, presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), incluye un recorte del 14% en la inversión física directa, lo que afectará directamente la inversión en infraestructura. Además, la incertidumbre política y económica, alimentada por la amenaza de políticas proteccionistas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado desconfianza entre los inversionistas.

 

Otros factores que agravan el panorama incluyen las elevadas tasas de interés, que desalientan la inversión privada, particularmente en construcción. Se proyecta que la inversión fija total caiga un -5% en 2025, y que la inversión en construcción disminuya un -6.7%, tras un crecimiento de 8% en 2024.

 

A pesar de este sombrío escenario, Citibanamex señala que el impacto podría atenuarse si se implementan políticas que fomenten la confianza empresarial, fortalezcan la colaboración público-privada en infraestructura, y capitalicen oportunidades relacionadas con la relocalización de cadenas productivas (nearshoring). La construcción de vivienda también podría ser un catalizador, si se diseñan estrategias efectivas para impulsar su desarrollo.

 

 

Subraya este análisis la necesidad de una estrategia integral para mitigar los impactos de un entorno político y económico complejo, y aprovechar al máximo el potencial del sector para contribuir al crecimiento económico de México.

Repunte y posterior caída

La nota especial de la institución financiera describe el auge temporal que tuvo el sector de la construcción, caracterizado por una gran heterogeneidad regional.

El crecimiento del sector de la construcción durante el año pasado y los primeros meses del actual estuvo impulsado por la reactivación de la inversión pública y privada, que había mostrado un marcado retroceso en años anteriores. Este repunte coincidió con el optimismo generado por el fenómeno del nearshoring, particularmente en la construcción de parques industriales, y con la aceleración en la ejecución de los proyectos insignia del gobierno, a pesar de las restricciones fiscales.

Sin embargo, el sector de construcción de vivienda no se vio beneficiado por este impulso, ya que no se implementó un plan gubernamental significativo para fomentarlo.

 

La desaceleración prevista para 2024 se explica en parte por una base de comparación elevada, debido a que ya se habrían completado gran parte de las actualizaciones en plantas industriales y proyectos emblemáticos. Además, el entusiasmo inicial por el nearshoring parece moderarse, posiblemente por una sobreoferta en la construcción de parques industriales.

 

Este panorama se ve agravado por restricciones presupuestales más estrictas, especialmente tras el proceso electoral, y una creciente incertidumbre tanto en el ámbito político nacional como internacional.

 

 

Bajo este contexto, la desaceleración de la economía en general actúa como un factor adicional: mientras que en 2023 el PIB nacional creció un 3.3%, para 2024 se proyecta un crecimiento más modesto de solo 1.5% y otro más modesto de 0.2% para 2025.