Tras más de 20 años de espera y una inversión histórica de 42 mil 752 millones de pesos, la vía de 169 kilómetros conectará la capital oaxaqueña con el Istmo de Tehuantepec.
Anunció además nuevos proyectos, como la carretera Salina Cruz-Zihuatanejo y la continuidad de caminos rurales en comunidades indígenas, así como el fortalecimiento del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (trabajarán en la línea K).
Por su parte, el gobernador Jara Cruz celebró la culminación de esta obra como un "anhelo colectivo hecho realidad". Subrayó que la autopista beneficiará a 1.4 millones de habitantes en municipios como San Pablo Villa de Mitla, Santiago Lachiguiri y Santa María Mixtequilla, entre otros. La carretera reducirá el tiempo de recorrido a 2 horas y media, generando un impacto positivo en sectores como la industria, el comercio y el turismo.
La construcción, que generó 12 mil 200 empleos directos, requirió movimientos de tierra equivalentes a 30 millones de metros cúbicos, así como el uso de 42 mil toneladas de acero y 89 mil metros cúbicos de mezcla asfáltica. Según datos de la SICT, incluso antes de su conclusión total, en diciembre pasado se registraron aforos de hasta 15 mil vehículos.
El proyecto completo consolida la conectividad regional y refuerza el potencial económico del sur-sureste, marcando un hito en el desarrollo de infraestructura en México.