De acuerdo con Econosignal de Deloitte, se prevé una desaceleración del crecimiento económico nacional, impulsada por riesgos externos como la posible imposición de aranceles a exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, lo cual afectaría directamente a la industria constructora.

El análisis “Perspectiva Industrial, Sector de la Construcción” del servicio de inteligencia de Deloitte, afirma que la industria de la construcción tendrá un estancamiento en 2025 con una variación de -0.1 por ciento.

Dicho pronóstico coincide con la más reciente proyección sobre el sector de BBVA México, que de acuerdo con el informe Situación Regional Sectorial de BBVA, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector registrará una contracción de -0.1% en 2025, luego de haber crecido 2.4% en 2024.

Con un panorama más optimista, a pesar del difícil entorno económico adverso global por los aranceles al acero y aluminio, la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC) proyecta que el sector crezca 1.0% este año.

La construcción se mantiene fría: Retroceso generalizado en abril

Afirmó el análisis de Deloitte que el sector experimenta una ralentización natural tras la conclusión de las obras emblemáticas del sexenio anterior, como el Tren Maya y la refinería Olmeca. No obstante, todavía se mantienen proyectos relevantes en proceso, como el tren al AIFA y el tren interurbano México–Toluca, a los que hay que sumar los nuevos proyectos ferroviarios, carretero, de energía, entre otros.

La posible alza en los aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos (hasta el 50%) representa un riesgo adicional, pues elevaría los costos de materiales y, con ello, de la construcción en general.

Pero a pesar de este entorno complejo, el documento señala que el desarrollo de naves industriales seguirá siendo un motor importante, aunque con tendencia a desacelerarse por la incertidumbre comercial con Estados Unidos. Sin embargo, la implementación del “Plan México” y de los nuevos proyectos sectoriales del gobierno actual ofrecen un camino para mantener activo al sector y evitar una caída abrupta en los siguientes años.

El sector de la construcción en México transita por una etapa de transición, marcada por la culminación de grandes obras públicas y un entorno internacional incierto. Aunque las expectativas para 2025 apuntan a un estancamiento, existen factores que podrían mitigar una caída más profunda, como la continuidad de proyectos estratégicos y la eventual implementación de nuevas iniciativas por parte del gobierno.

Bajo este contexto, el reto será mantener la inversión y generar condiciones que reactiven la demanda interna, mientras se sortea el impacto de los factores externos que amenazan con encarecer los costos y frenar el dinamismo del sector.