El mercado inmobiliario sigue siendo uno de los sectores más importantes en el ámbito de profesiones en el mundo. Y es que, esta área es uno de los motores económicos de algunos países en especial de Mexico.
De acuerdo a datos publicados por BBVA Research, en el reporte ‘Situación Inmobiliaria de México. Primer Semestre 2019’, indicó que el sector pasa por un estancamiento en la construcción que, no necesariamente, significa falta de áreas de oportunidad para inversionistas y desarrolladores.
En este contexto, la profesionalización del corretaje en el país, es uno de los debates que ocupan un lugar importante dentro del sector, debido a las múltiples ventajas operativas que representa la homologación de la actividad inmobiliaria.
En países como Estados Unidos, la legislación obliga a los profesionales de las bienes raíces a aprobar una serie de exámenes, así como en varias naciones, estos agentes son sujetos a una serie de procesos antes de iniciar el ejercicio de su profesión.
En México, no existe reglamentación que obligue a las personas a aprobar una serie de requisitos o exámenes para mediar transacciones inmobiliarias, por lo que aún trabajan para profesionalizar a los trabajadores del sector.
El académico especializado en finanzas inmobiliarias de la Universidad de Sheffield en Reino Unido, Yener Coşkun, explicó en su artículo ‘Impulsando el Profesionalismo a las Bienes Raíces’ que “la globalización del mercado y clientes cada vez más exigentes, demandan la homologación de procedimientos en el sector para respirar con tranquilidad”.
Por su parte, Timothy Omotosho, detalla en su artículo ‘El Rol de la Profesión del Manejo de Propiedades en la Economía Nacional’, que “el correcto entrenamiento de los agentes inmobiliarios atraviesa muchas más disciplinas que van más allá de las finanzas. Incluye a las Artes, Ciencias Sociales, Tecnología y la Ciencia”.
Al ser la actividad inmobiliaria uno de los generadores más importantes de capital económico alrededor del mundo, su profesionalización y regulación resultan indispensables para el pleno desarrollo de la actividad.