El 14 de febrero se celebra el amor y la amistad, y hay un tipo de relación que en un gran porcentaje de los ejemplos acaba en amistad, una con la que vivimos con un personaje identificado como “roomie”, compañero de vivienda que no necesariamente es un amigo o conocido. ¿Pero, cuáles son sus pros y contras? Esto es lo que nos respondieron los usuarios a través de una encuesta.
No se trata de una relación para adultos de las generaciones X (42 - 56 años) o baby boomer (57 años o más) primordialmente, sino de los millennials (22 - 41 años). Ante ello, 54% de quienes respondieron la encuesta confirmando vivir con un roomie pertenece a este último sector generacional.
Del total de encuestados, un 66% declaró haber vivido con roomie. Pero los resultados demuestran que este estilo requiere de mucha confianza, pues el 33% se ha arriesgado a vivir con alguien a quien no conocía previamente, un 11% confió en las referencias que un amigo le dio sobre la persona, un 24% prefirió vivir con un conocido (no necesariamente amigo) y el 24% restante apostó por un amigo, hermano o primo.
Edad para tener roomie
Cuando somos jóvenes estamos más abiertos a experimentar, quizá por eso es que 42% de los encuestados dijo haber vivido con un roomie cuando estaba entre los 18 y 25 años, mientras que un 38% dijo haber tenido entre 26 y 33 años. De los encuestados, 33% dijo haber vivido sólo con un roomie a la vez, en tanto que un 67% vivió con más de 2 roomies o más a la vez.
Aún cuando vivir bajo las propias reglas y no la de casa de los padres se convierte en un sueño para todo joven, la realidad de vivir con alguien más pone a prueba la paciencia personal, la organización y los límites. Así lo demuestran algunos de los problemas más habituales de la convivencia con roomies.
Dinámicas de convivencia
De acuerdo con la encuesta de Inmuebles24, el 80% dijo pagar la renta y gastos generales de mantenimiento a partes iguales con sus roomies. Y si bien un 32% de quienes viven en esta modalidad prefieren pagar para contratar a alguien que haga la limpieza, cabe señalar que dos de los principales conflictos que surgen en un hogar con roomies es derivado de los temas de orden (55%) y limpieza (55%).
Cuando se trata de administrar la despensa, el 72% prefiere tener alacenas separadas para evitar el “¿quién se comió mi yogurth?”. Por ello, el 70% suele cocinar sus propios alimentos, un 19% cocina en conjunto con sus compañeros y en el 11% de los casos había un roomie con espíritu de chef que preparaba los alimentos para todos.
¿Quieres conocer a Andrés?
La convivencia fortalece o rompe lazos entre las personas. El 47% de quienes vivieron con roomies terminaron siendo buenos amigos, el 25% se mantuvieron sólo como compañeros de casa, y en el 21% de los casos acabaron peleados. Pero el 2% de los que empezaron como roomies terminaron siendo pareja.
¿Más vale solo que mal acompañado?
Quienes vivieron con un roomie y hoy lo ven a distancia, dicen que después de la experiencia prefieren tener su propia casa o departamento (66%), un 15% quiere comprar casa o departamento y rentar cuartos, y sólo un 14% quiere seguir compartiendo con roomies.
“La inquietud de tener un espacio propio es natural, a veces, por temas económicos o por decisión propia, se busca un roomie con quien compartir casa y gastos. En la plataforma nos dimos cuenta de que en los últimos meses de 2020 se triplicó la búsqueda de parte del sector de usuarios de entre 18 y 24 años, el segmento que por excelencia busca compartir con roomies”, comenta Alejandro García del Río, director de Marketing de Inmuebles24.