Contrario a lo que se piensa, comprar un remate hipotecario no es lo mismo que comprar una propiedad, ya que lo que en realidad se adquiere son derechos, con lo que este tipo de esquemas se identifican más como un producto financiero dirigido a inversionistas y no a personas que desean adquirir un hogar para habitar, señalaron expertos.
De manera equivocada, se ha vendido la figura de los remates, al querer hacerlos pasar por un negocio inmobiliario y una opción para comprar una vivienda, consideraron expertos durante su participación en la emisión de 'Inversiones Inmobiliarias'.
Mitos del remate hipotecario
Para Mike Ramírez, CEO de Blun.M2, uno de los grandes mitos que existen es creer que al comprar un remate hipotecario se compra una propiedad. Sin embargo, por la naturaleza de este tipo de instrumentos, los remates son más un negocio financiero.
“Los remates se compran en una institución financiera, no hay como tal una compra de un remate en una inmobiliaria. Hay mucha gente afuera diciendo que vende casas en remate y ese es el principal mito: no son casas, son cesión de derechos con los que podemos obtener, por medio de un proceso jurídico, una garantía hipotecaria, pero no es la compra de una propiedad”, enfatizó.
Una buena oportunidad de inversión
A su vez, Luis Felipe Osuna, socio de Urban Capital, dijo que los remates hipotecarios son un producto financiero en el que se compran derechos y no una propiedad. Bajo esta visión, destacó que este esquema es una buena oportunidad para invertir y generar rentabilidad.
En ese sentido, aquellos que desean comprar una vivienda para habitar, los remates pueden no ser la mejor opción. Si bien se abre la puerta para convertirse en el dueño de una propiedad por un costo debajo de su valor comercial, es necesario pasar un proceso jurídico que puede tardar al menos entre 12 a 24 meses.
“Nos enfocamos en hacer entender que los remates hipotecarios son un vehículo de inversión, un producto financiero, más que un bien inmueble. Hay muchas formas de generar ingresos en el sector de remates hipotecarios, pero hay que tener paciencia. La recomendación que se puede dar es que, si quieres una casa para habitar, mejor no compres un remate hipotecario”.
“La empresa no participa en remates que representan arriba del 60% del valor comercial del inmueble; es decir, si la propiedad tiene valor mercado de un millón de pesos, que el costo del remate no sea superior a 600 mil pesos, para que el cliente tenga un rendimiento importante en 12 o 24 meses”, señaló.
Buscar asesoría, clave en los remates hipotecarios
Durante la participación de Alberto Juárez, director de Expresso Bienes Raíces, puntualizó que los remates hipotecarios involucran un fuerte componente legal. Y es que, para culminar con el proceso y tomar posesión del inmueble, se debe llevar a cabo un proceso judicial.
Por lo que resulta importante que quienes estén interesados en un remate se asesoren y se acompañen de especialistas. Sobre todo, que se entienda que la paciencia y liquidez, para encarar los gastos que se generen del proceso, son dos elementos fundamentales.
Eduardo Díaz, CFO de Fondo Magno, mencionó que antes de aceptar un remate hipotecario, es importante realizar un análisis. Principalmente, revisar temas como el avance del juicio que se lleva a cabo para evitar problemas al momento de adjudicar el inmueble.
“Buscamos cambiar la idea de que se compra un inmueble, la realidad es que se trata de un vehículo financiero en el que puedes invertir tu dinero de manera segura. Es un tiempo considerable que se debe esperar”.
Carlos Nava, director comercial de Neximo, añadió que la asesoría es fundamental antes de adquirir un remate hipotecario. Si no se tiene un acompañamiento de expertos, el remate se puede convertir en un problema.
Lo más importante es hacerle ver a los compradores que, si no están bien asesorados, están comprando un problema. Tienen que ir con expertos. Muchos ven los inmuebles a mitad de precio y en una oportunidad lo quieren comprar como un inmueble cuando en realidad no es así, finalizó el experto.
