La implementación del esquema de trabajo híbrido contribuye a la reducción de emisiones contaminantes, concluye el estudio reciente del operador de coworking IWG, que midió su impacto ambiental en seis ciudades de Estados Unidos y el Reino Unido.
Así, destaca que en Manchester, en el Reino Unido, la reducción de emisiones de carbono sería de hasta el 70% con el trabajo híbrido. En Londres, las emisiones se redujeron un 49% en el caso de los trabajadores que compartían su tiempo entre la sede central de la ciudad y el lugar de trabajo local,
Y un 43% en el caso de los que compartían su tiempo entre el lugar de trabajo local y el domicilio, en comparación con un patrón tradicional de cinco días de desplazamiento al trabajo. El factor clave en la reducción de emisiones fue la distancia, cuanto más cerca de casa, más disminución se refleja.
De acuerdo con el estudio, el mayor potencial de ahorro de carbono se registra en las ciudades de Estados Unidos si se tiene en cuenta también el transporte, debido a la prevalencia de los desplazamientos en auto: Atlanta (90% de reducción) se sitúa por delante de Los Ángeles (87%) y Nueva York (82%).
El estudio también destaca que el potencial de ahorro de carbono sigue siendo notable en las ciudades del Reino Unido: Glasgow (80%), Manchester (70%) y Londres (49%) pueden beneficiarse de que los trabajadores reduzcan sus desplazamientos y trabajen más cerca de casa.
El equipo de expertos analizó las emisiones totales por trabajador en función del transporte, la calefacción, el aire acondicionado, la iluminación o el uso de la electricidad. Como resultado, determinó que un desplazamiento de cinco días al centro de una ciudad es lo que más emisiones de carbono generan.