El rendimiento de los Fideicomisos de inversión en bienes raíces (Fibras) se contrajo en agosto pasado dada la volatilidad en los mercados y en medio de la indefinición sobre el rumbo que tendrá la tasa de interés de referencia en México.
La tasa de interés es un competidor para estos vehículos de inversión porque entre más alta sea -actualmente es de 11.25% en México, uno de los niveles más caros registrado- otros instrumentos de inversión como los bonos de gobierno son más atractivos para invertir porque ofrecen rendimientos mayores y con menor riesgo que las Fibras.
En agosto, los fideicomisos inmobiliarios, medidos por el Índice S&P/BMV Fibras, finalizaron con una disminución del 3.1%, aunque el rendimiento acumulado en el 2023 se mantiene positivo, con un crecimiento del 3.67 por ciento.
Lo anterior porque estas figuras de inversión inmobiliaria están reflejando los beneficios por el nearshoring o relocalización de las cadenas de producción o valor de empresas extranjeras en México.
El sector industrial es de los más ventajosos porque las compañías extranjeras buscan espacios para instalar sus fábricas. Aunque los centros comerciales y hoteles también reportan ciertos beneficios.
Consideró que el sector industrial -que ofrece parques y naves industriales en arrendamiento- mantendría el liderazgo por las sinergias del nearshoring.
Mientras el sector de centros comerciales se vería favorecido por un entorno “resiliente” en el consumo, el sector de oficinas confirma un camino hacia una mayor ocupación, después del esperado punto de inflexión, añadió el experto en Monex.