Desde la pandemia, estos espacios han evolucionado para ofrecer mayor flexibilidad y adaptabilidad a la nueva realidad laboral, en la que los empleados buscan modelos híbridos que combinen trabajo presencial y remoto.
Agregaron que también se observa un enfoque creciente en la sostenibilidad, mediante prácticas ecológicas que reduzcan el impacto ambiental.
Coworking especializado: La misma modalidad de coworking, pero pensada solo para trabajadores de un mismo sector.
Mayor inversión en tecnología: Invertir mucho más en tecnología para ofrecer soluciones al día de los demás modelos de trabajo, como edificios inteligentes, aplicaciones en la nube, programas personalizables, entre otros.
Coworking vacacionales: Espacios de trabajo en zonas que normalmente son recreativas o turísticas. Así, los coworker podrán vacacionar en México sin dejar de trabajar.
Responsabilidad social y ambiental: Reducción del impacto ambiental generado, a través de la implementación de prácticas sostenibles como el uso eficiente de la energía y la adquisición de tecnologías de menor consumo.
Coworking boutique con un enfoque local: Aquellos que cuentan con proveedores locales y que conservan el tejido local. Así como la personalización del espacio para cada cliente, lo que promueve la calidad y comodidad de cada usuario, de acuerdo con su giro y necesidad, a esto se le denomina como "flight to quality" o "vuelo hacia la calidad", que es cada vez más buscado por los usuarios.
Beneficios del coworking
Reducción de costos: Eliminación de gastos de arrendamiento y servicios básicos como internet y limpieza.
Flexibilidad: Contratos adaptables que permiten el uso por horas, días o meses sin compromisos a largo plazo.
Networking y colaboración: Creación de redes de contacto entre profesionales de distintas industrias, fomentando la innovación y el crecimiento profesional.
Evolución y consolidación del coworking
Un ejemplo de esta evolución es Inhouse, una firma que apuesta por la rehabilitación de inmuebles históricos para convertirlos en espacios de trabajo modernos y funcionales, respetando el patrimonio arquitectónico. Además, la empresa destaca por su enfoque inclusivo, con un 70% de mujeres en su equipo, incluyendo puestos directivos.
De cara al futuro, el coworking continuará consolidándose como una opción versátil y dinámica para empresas y profesionales que buscan optimizar costos, fomentar la colaboración y adaptarse a los nuevos paradigmas del trabajo.
Se amplía su presencia
Además, el coworking está ganando presencia en zonas tradicionalmente corporativas como Santa Fe e Interlomas, y más recientemente en Lomas Altas y Tecamachalco. En estos polos empresariales, los espacios de trabajo compartido han evolucionado para adaptarse a industrias más tradicionales, con un enfoque especial en sectores como tecnología, finanzas y comercio. Esta transformación no solo amplía las opciones laborales, sino que también está redefiniendo las dinámicas económicas, sociales y urbanísticas de estas áreas emergentes.
Por último, a partir de la crisis sanitaria por el Covid, el coworking tomó relevancia en la demanda de espacios corporativos en México. La creciente demanda de flexibilidad, colaboración y entornos de trabajo dinámicos impulsó el crecimiento de este modelo, que se posicionó como una alternativa sólida para las empresas que buscaron modelos híbridos de trabajo.