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La Biblioteca Estatal de Berlín, en colaboración con Siemens, redujo un 52% su consumo energético y evitó 3,745 toneladas de CO₂ al año, demostrando que la preservación histórica y la eficiencia pueden coexistir gracias a un modelo que se financia con los propios ahorros generados.

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En un contexto donde los edificios históricos representan un desafío particular para la sostenibilidad, la Biblioteca Estatal de Berlín demuestra que la modernización y la preservación cultural pueden ir de la mano.

 

Y en colaboración con Siemens, este icónico complejo ubicado en Potsdamer Strasse, inaugurado en 1661, logró reducir su consumo energético en un 52% y disminuir 3,745 toneladas de emisiones de CO₂ al año, consolidándose como un referente en la descarbonización del patrimonio arquitectónico.

 

Cabe señalar que el proyecto, con una inversión aproximada de 20 millones de euros, se financia íntegramente mediante el modelo de contratación de ahorro energético que Siemens ofrece a clientes públicos y privados. Esto significa que los ahorros generados por la eficiencia cubren el costo total de la modernización, sin necesidad de recursos adicionales por parte del Estado.

La intervención incluyó la implementación del sistema de automatización de edificios Desigo, unidades de operador de sala, sensores avanzados y una plataforma de gestión de energía y activos basada en la nube. Además, se optimizó la ventilación a través de sistemas flexibles de calefacción, ventilación y aire acondicionado, mientras que 5,300 luminarias LED, que consumen hasta un 80% menos que las convencionales, sustituyeron la antigua iluminación del inmueble.

Estos avances no solo generan ahorro energético, sino que también garantizan condiciones estables de temperatura y humedad, factores críticos para la preservación de los más de 32 millones de elementos multimedia que custodia la biblioteca, cuyo legado supera los 360 años de historia.

Un modelo de sostenibilidad para el patrimonio

 

Se dio a conocer que el proyecto forma parte del programa de descarbonización del gobierno federal alemán, que busca reducir en un 65% las emisiones de CO₂ de los edificios estatales para 2030, tomando como referencia los niveles de 1990.

 

“Para preservar los valiosos recursos de la Biblioteca Estatal de Berlín, se requieren parámetros ambientales consistentes. Nos complace proporcionar la tecnología que permite mantener estas condiciones mientras reducimos el consumo de energía en un 52%”, afirmó Constantin Ginet, vicepresidente ejecutivo de sostenibilidad de Siemens Smart Infrastructure Buildings.

No es la primera vez que Siemens interviene en la vida cultural de la capital alemana. Desde 2014, la compañía ha modernizado siete importantes sitios, como la Nueva Galería Nacional de Berlín, inaugurada en 1968, evitando en conjunto 3,745 toneladas de emisiones anuales y ahorrando alrededor de 25 millones de euros en costos energéticos.

Este modelo de colaboración público-privada se proyecta como una estrategia replicable en todo el mundo: Lograr la eficiencia energética sin sacrificar el patrimonio histórico ni los presupuestos públicos. La Biblioteca Estatal de Berlín, más que un edificio, se convierte ahora en un símbolo de cómo la innovación puede transformar el pasado para construir un futuro sostenible.