En un mercado inmobiliario donde el comprador decide en segundos, la primera impresión lo es todo. El Home Staging, una técnica cada vez más conocida en México, busca justamente eso: Transformar un espacio para que enamore desde la primera mirada y acelere la venta o renta de una propiedad.
Más que decorar, el Home Staging es contar una historia con el espacio. Se trata de resaltar lo mejor de una vivienda, crear ambientes armónicos y transmitir sensaciones que ayuden a que el posible comprador o inquilino se imagine viviendo allí.
La Escuela Madrileña de Decoración (ESMADECO), que ha comenzado a ofrecer programas en línea para el público mexicano, explica que esta práctica integra marketing visual, psicología del consumidor, optimización de recursos y sensibilidad estética. “Se trata de comunicar a través de los elementos que se integran al espacio, teniendo muy claro a quién quieres atraer, y traducirlo en una puesta en escena que provoque deseo por tenerlo”, señala Carol López, jefa de estudios de la institución.
En países como España, Estados Unidos y Canadá, el Home Staging ya es una profesión consolidada. En México, su potencial es enorme, especialmente porque la mayoría de las búsquedas de vivienda se realizan en plataformas digitales. Una fotografía bien iluminada, una cama perfectamente tendida o una distribución más funcional pueden marcar la diferencia entre que un anuncio reciba clics… o pase desapercibido.
Para Amaya Baña, directora de Alumni Experience & Network Building en ESMADECO, “una casa bien presentada no grita por atención, susurra lo justo para que te detengas, te imagines ahí y digas: Este es mi lugar”.
En un mundo donde las decisiones de compra comienzan en la pantalla de un celular, el Home Staging ha dejado de ser un lujo para convertirse en una herramienta comercial esencial y en una forma de reinventar la forma en que se muestran y habitan los espacios.