Vender una propiedad no solo implica definir el precio y publicarla en un portal inmobiliario; también requiere contar con una ficha técnica bien elaborada. Este documento, que resume las principales características del inmueble, puede marcar la diferencia entre captar la atención de un comprador potencial o pasar desapercibido.
¿Qué debe incluir una ficha técnica inmobiliaria?
Una ficha técnica debe ofrecer información clara, precisa y verificada. Su objetivo es permitir que el comprador conozca el inmueble sin necesidad de una primera visita física. Para lograrlo, se recomienda incluir:
- Ubicación exacta: dirección, colonia, ciudad y referencias cercanas que ayuden al comprador a evaluar la conveniencia del entorno.
- Estado del inmueble: especificar si es nuevo, usado o está en construcción evita malentendidos o posibles conflictos legales.
- Características generales: tipo de propiedad, superficie total y construida, número de habitaciones, baños y estacionamientos.
- Precio y condiciones de venta: detallar el costo, las opciones de pago o financiamiento, y si existen gastos adicionales o impuestos.
- Amenidades y extras: destacar los atributos que suman valor, como seguridad 24 horas, áreas verdes, gimnasio, alberca o terrazas.
La imagen también vende
Si es posible, incluir recorridos virtuales o videos cortos permite al comprador tener una idea más realista del espacio y su distribución.
Detalles que generan confianza
Además de las características básicas, incluir documentación complementaria refuerza la credibilidad del vendedor. Elementos como planos arquitectónicos, historial de mantenimiento, situación legal y fiscal, o incluso los servicios disponibles en la zona, ayudan a transmitir seguridad y transparencia.


