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El 71% de los aspirantes a propietarios en EE.UU. retrasa decisiones clave como casarse o tener hijos hasta poder comprar una casa, según Coldwell Banker. La vivienda sigue siendo el eje del “Sueño Americano”, aunque cada vez más inalcanzable para las nuevas generaciones.

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Por primera vez, el sueño de tener casa propia está marcando el ritmo de vida de millones de estadunidenses. De acuerdo con el Informe del Sueño Americano 2025 elaborado por Coldwell Banker Real Estate, el 71% de los aspirantes a propietarios está posponiendo decisiones importantes como casarse, tener hijos o cambiar de trabajo hasta lograr comprar una vivienda.

 

El estudio, realizado por The Harris Poll a más de 3,000 adultos en Estados Unidos, refleja cómo la crisis de asequibilidad inmobiliaria está transformando no solo el mercado de la vivienda, sino también los patrones sociales y familiares del país.

 

Un nuevo punto de partida hacia la adultez

Entre los hallazgos más reveladores, la Generación Z (de 18 a 28 años) encabeza la tendencia: 84% de sus integrantes que aspiran a tener una casa posponen al menos una decisión vital hasta que puedan permitírselo. Casi un tercio (29%) retrasa la paternidad y más de la mitad no espera poder adquirir una vivienda antes de los 40 años.

“Comprar una casa se ha convertido en el nuevo punto de partida hacia la independencia y la estabilidad. Muchos jóvenes están reorganizando sus prioridades para lograrlo”, explicó Jason Waugh, presidente de Coldwell Banker Affiliates.

La vivienda, aún el corazón del “Sueño Americano”

A pesar de los desafíos, el deseo de ser propietario sigue intacto.

 

El 85% de los encuestados considera que la propiedad de vivienda es esencial para alcanzar el sueño americano, superando hitos tradicionales como casarse, tener hijos o jubilarse.

 

Más de ocho de cada diez personas que hoy no tienen casa planean comprar una en el futuro, incluidos el 97% de los miembros de la Generación Z y el 93% de los Millennials. Además, el 65% cree que comprar es una decisión financiera más inteligente que rentar y casi la mitad considera que invertir en bienes raíces genera más riqueza que hacerlo en la bolsa de valores.

 

 

Estrategias creativas ante la falta de accesibilidad

Para superar los altos precios, los estadunidenses están reinventando su camino hacia la vivienda propia.

El 84% está dispuesto a hacer concesiones, desde aceptar un segundo empleo o comprar propiedades más pequeñas, hasta mudarse a zonas más asequibles.

 

Mientras que el 36% ha considerado comprar junto con familiares —una tendencia especialmente fuerte entre la Generación Z (63%)—, mientras que otros exploran la compra compartida con amigos o colegas (33%).

 

Incluso, uno de cada cinco jóvenes de la Generación Z ha vuelto a vivir con sus padres para ahorrar con el objetivo de comprar una casa.

Persistencia del optimismo

Pese a las dificultades, el optimismo predomina. Casi dos tercios (63%) de quienes aún no tienen vivienda creen que podrán comprar una en los próximos cinco años, una meta que sigue siendo, para la mayoría, el símbolo definitivo de éxito y estabilidad personal.

“El deseo de ser propietario no ha desaparecido, solo está cambiando de forma y de tiempo. Los estadunidenses siguen viendo la vivienda como el centro de su vida y la base de su futuro financiero”, concluyó Waugh.