El mercado de la vivienda en México mantuvo su dinamismo a lo largo de 2025, pese a un entorno económico de bajo crecimiento. Aunque la actividad crediticia mostró una ligera disminución en el número de avalúos (-2.2%), los precios continuaron al alza, impulsados por factores estructurales como la escasez de suelo en grandes urbes, la expansión del mercado turístico, la demanda de vivienda asequible y la creciente presión del nearshoring en las zonas industriales del norte y occidente del país.
A partir del análisis del Índice SHF, se identifican seis tendencias clave que están definiendo la evolución del sector inmobiliario.
Vivienda económica-social con la mayor apreciación: Este segmento subió 10.9%, más que el de vivienda media y residencial (7.3%), confirmando que la demanda de vivienda accesible sigue siendo el motor principal del mercado interno.
Desaceleración en grandes metrópolis: El Valle de México (5.1%), Toluca (4.7%) y la Ciudad de México (4.8%) registraron los menores aumentos, reflejando mercados maduros y limitados por la falta de suelo disponible.
Norte y occidente del país lideran el crecimiento: Guadalajara (10.9%), Tijuana (10.7%), León (10.5%) y Monterrey (9.4%) son los polos más dinámicos, en línea con el auge industrial y la relocalización de inversiones asociadas al nearshoring.
La estabilidad de precios, incluso con menor crecimiento económico, ratifica la confianza de los hogares e inversionistas en un sector que sigue siendo pilar del patrimonio familiar y del desarrollo nacional.


