Tras varios años marcados por precios elevados, pocas viviendas disponibles y un freno en las operaciones, el mercado inmobiliario residencial de Estados Unidos podría entrar en una etapa de mayor equilibrio en 2026. Así lo señala Compass, firma inmobiliaria residencial, en su primer informe de perspectivas a largo plazo.

De acuerdo con el análisis elaborado por Mike Simonsen, economista jefe de la compañía, el sector comienza a dejar atrás los desajustes generados tras la pandemia. El enfriamiento de las ventas y la resistencia de los precios obligaron a muchos compradores y vendedores a esperar, pero ese periodo de pausa estaría llegando a su fin.

Más inventario y mejores condiciones para volver al mercado

Uno de los principales cambios previstos para 2026 es el regreso gradual de compradores y vendedores que habían postergado sus decisiones. Compass estima que los precios de la vivienda tenderán a estabilizarse a nivel nacional, mientras que la oferta comenzará a crecer de forma moderada.

El informe prevé que el inventario disponible aumente alrededor de un 5%, lo que dará más opciones a los compradores y reducirá la presión que caracterizó al mercado en los últimos años. Al mismo tiempo, se espera que las tasas hipotecarias se mantengan en un promedio cercano al 6.4%, un nivel que, aunque sigue siendo elevado frente a los mínimos históricos, permitiría reactivar las operaciones.

Salarios al alza y mayor movilidad residencial

Otro factor clave será la mejora en la asequibilidad. Según el informe, los salarios están creciendo a un ritmo más rápido que los precios de la vivienda, lo que ayudaría a cerrar parte de la brecha que dejó fuera del mercado a muchos hogares.

Este contexto favorecerá la movilidad residencial. Personas que necesitaban mudarse por razones laborales, familiares o de estilo de vida y que habían retrasado su decisión podrían encontrar en 2026 un mejor momento para hacerlo, impulsando así el volumen de compraventas.

Ventas en recuperación, precios estables

Y en términos de actividad, la firma inmobiliaria proyecta que las ventas de viviendas existentes crecerán entre 4.25% y 5% respecto a 2025. Este avance estaría respaldado por una combinación de mayor inventario, expectativas de precios más estables y mejores ingresos para los compradores.

En contraste con los años recientes, el informe no anticipa aumentos significativos en los precios. A nivel nacional, el valor de las viviendas crecería apenas 0.5%, lo que apunta a un mercado menos volátil y más predecible.

Diferencias regionales y fortaleza del segmento de lujo

La firma inmobiliaria advierte que las cifras nacionales esconden realidades muy distintas según la región. En zonas como el noreste y el medio oeste, donde la oferta sigue siendo limitada, los precios podrían mantenerse firmes. En cambio, algunos estados del Cinturón del Sol ya muestran ajustes a la baja tras un periodo de exceso de inventario, una tendencia que podría continuar.

El segmento de lujo, por su parte, seguirá destacando. Las propiedades con precios superiores al millón de dólares han mostrado mayor resiliencia y se espera que mantengan su dinamismo en 2026. La firma explica que este mercado depende menos del financiamiento hipotecario y se ve favorecido por la creación de riqueza y la fortaleza de los mercados financieros.

Un punto de inflexión para el sector

Considera el análisis que 2026 marcará un punto de inflexión para el mercado residencial estadunidense. Con más viviendas disponibles, salarios en aumento y precios más estables, el sector entraría en una nueva fase en la que la actividad se recupera sin los fuertes desequilibrios de años anteriores.

El mensaje es claro: el mercado no volverá a las condiciones extremas del pasado reciente, pero sí ofrecerá un entorno más funcional tanto para quienes buscan comprar o vender como para quienes planean mudarse en Estados Unidos.