Estas cifras contrastan con las de 2017, ya que la misma consulta arrojó que en 58% de los casos, el pago de la vivienda se hizo en conjunto; en 23% solo la pagó hombre; y 16% de mujeres se hacía cargo del pago total de su casa; mientras que el porcentaje de mujeres financiadas por un familiar se mantuvo igual (en 3%).
Cabe señalar que las respuestas de las mujeres madres de familia también revelan su impacto en la toma de decisiones relacionadas al hogar: una inmensa mayoría (alrededor de 61%) indicó que tiene planes para cambiar de vivienda este año, mientras que 39% no había considerado la idea.
Las madres siempre buscarán lo mejor para los suyos, por ello es claro que 75% prefiere comprar una casa; 14% optaría por un departamento; mientras que solo 11% compraría un terreno para construir posteriormente.
Dentro de las razones que motivan a las mamás mexicanas a comprar una vivienda destacan: el deseo de tener una casa propia y formar un patrimonio (40%); el interés de comprar un inmueble como inversión (29%); la aspiración de vivir en un espacio más grande para mayor comodidad de su familia (18%); y el 13% restante no especificó sus motivos.
Sgún el portal Vivanuncios, otro de los elementos importantes fue la seguridad, ya que 35% de ellas buscan esta característica para elegir cierta zona; mientras que 21% le da prioridad a la cercanía a su centro de trabajo; en tanto que 17% busca que haya áreas verdes o parques públicos cerca; y 12% considera esencial la proximidad de zonas escolares.
Durante 2015, de acuerdo con la Encuesta Intercensal del Inegi, se contabilizaron 22 millones de viviendas particulares habitadas propias, esto es, viviendas donde reside el dueño legal. De ese número, 91% correspondieron a viviendas en las que hay un solo dueño. Por sexo, la mayor proporción de dueños de las viviendas particulares fueron hombres (56%) y únicamente 35% para las mujeres, pero poco a poco las mujeres y las madres jefas de familia toman las riendas en la construcción de su patrimonio.