De acuerdo con la información, fue la inversión en la actividad residencial la que más fuerza presentó con un incremento de 5.1% en julio, respecto al mismo mes del año pasado; en tanto, la inversión no residencial solamente avanzó 0.6% anual.
De enero a julio, el INEGI reportó una tasa de crecimiento de 0.9% respecto a igual periodo del año previo en la inversión en el sector construcción; en particular, en construcción residencial el avance acumulado es de 3.7% anual y en la no residencial se observa una contracción acumulada de -1.8% anual.
Se puede interpretar que el repunte en la inversión residencial responde positivamente al resultado de la elección; sin embargo, habrá que esperara a los reportes de los meses siguientes para poder validar tal afirmación.
Había un segmento importante del sector inmobiliario que reconocía la incertidumbre que le generaba el tema electoral, por lo que es una buena notica el reporte en el repunte de la inversión.
En Banorte sus analistas consideran que “es importante mencionar que esta es únicamente una señal tentativa, a la espera de información adicional para confirmar si se observa una mejoría en la tendencia de la inversión, que se vio fuertemente impactada por una alta incertidumbre local, en particular en el 2T18”.
Agregaron que “en nuestra opinión, la inversión mejorará en el 3T18 ante una menor incertidumbre local, aunque el entorno externo sigue siendo complicado ante mayores riesgos al crecimiento por tensiones comerciales”.