El periodo vacacional de Semana Santa se estima sea negativo para la industria turística del país con una baja de alrededor de 15% hasta 40% en el flujo de turistas para 2020 respecto al año pasado, dada la actual situación de crisis que se vive, afirmó Jorge Hernández Delgado, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur).

Estas afectaciones en el turismo nacional, derivadas por el coronavirus, se observan por la restricción de vuelos que las aerolíneas están haciendo, el cierre de establecimientos en lugares turísticos como Quintana Roo, así como también en la cancelación de eventos con gran aglomeración de personas, consecuencias que recaen en las empresas hoteleras.

En este sentido, José Carlos Alemán, CEO de la firma SiiLA México, comentó que los hoteles se encuentran entre los activos inmobiliarios más sensibles ante el brote de Covid-19, “pues al tener rentas de corto plazo, se verán afectados por las medidas como el distanciamiento social”, lo que pondrá más presión en los mercados turísticos de playa.

“En el corto plazo esta situación mermará los ingresos operativos de la mayoría de las cadenas hoteleras”, señaló.

Dijo que ante esta problemática los destinos turísticos de mayor demanda en habitaciones vendidas como Riviera Maya con 84.9%, seguida de Mazatlán (83.7%), Puerto Vallarta (82.9%) Cancún (81.3%) y Acapulco (75.6%), están bajando sus tarifas dada las condiciones, “nuestros ejercicios de cotización apuntan a que han bajado entre 20% y 25% (…) Pero tanto por el lado de valor como por volumen, se esperaría que se recupere”.

Frente a esta situación de crisis, que se pronostica dure hasta 12 semanas, la industria turística ha emitido una serie de peticiones a las autoridades, tales como la posibilidad de acceder a créditos para pequeñas y medianas empresas, posponer el pago de impuestos para poder utilizar su flujo de efectivo en mantener las nóminas, afirmó el presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas.  

Con información de Expansión