A lo largo de los últimos 21 años, la industria hipotecaria del país ha sido exitosa al colocar varios millones de créditos para adquirir una propiedad. Sin embargo, tanto los institutos públicos como los privados se han concentrado en un segmento de la población muy concreta, los asalariados, por lo que hay un gran número de personas que carecen de oportunidades que deben ser atendidas. Este último grupo representa alrededor del 60% de la Población Económicamente Activa (PEA).