A través de la digitalización de las nuevas tecnologías, se busca simplificar y mejorar la vida de residentes, visitantes y empresas.
Estocolmo es conocida como una de las ciudades más conectadas a nivel mundial. Es un faro para innovadores y talento internacional. Además, es una ciudad con visión hacia el futuro que lidera las agendas ambientales y Smart Cities. Para 2040, las autoridades buscan ser neutrales respecto a las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) y ser la ciudad más inteligente del mundo.
Tecnología y data
Si bien habilitar una comunicación efectiva y acceso rápido a la información es parte integral de la estrategia, ser inteligente no se trata solo de tecnología y la administración de datos. También es trabajar de mejor manera y capacitar a los ciudadanos a través de diversos medios.
Los residentes de Estocolmo tienen acceso a una extensa gama de servicios de gobierno electrónicos. Las empresas y los individuos pueden beneficiarse de una red de fibra abierta, la cual es propiedad de la ciudad.
La sustentabilidad ha sido una de las estrategias dentro de un contexto de rápida urbanización. Encontrar soluciones inteligentes, aplicar principios ecológicos y, pese al aumento significativo de la población, brindar prosperidad a cada uno de los habitantes.
En 2010, se convirtió en la primera Capital Verde Europea y, desde entonces, han compartido ideas sobre la implementación de una gobernanza ecológica para el desarrollo de otras ciudades similares.
El Ayuntamiento de Estocolmo es uno de los edificios más emblemáticos de Suecia y una de las atracciones turísticas más visitadas de la capital. Se destaca por sus grandes salas ceremoniales, piezas de arte únicas y ser sede del banquete del Premio Nobel que se celebra en diciembre de cada año. También cuenta con un espacio de oficinas para 200 personas, incluido el Consejo Municipal.
El monumento, en junio de 2007, fue sede de la puesta en marcha del plan Visión 2030: Un Estocolmo de clase mundial, que en su momento fue vista como una versátil experiencia para una ciudad innovadora y en crecimiento.
Diez años después, este primer plan fue reestructurado y adoptado por el Ayuntamiento en enero de 2017, al cual renombró como Visión 2040: Un Estocolmo para todos, desarrollado en colaboración con departamentos, administraciones y empresas de esa ciudad, de la mano de varios socios externos.
Ciudad para todos
Esta visión 2040 busca el desarrollo y crecimiento sostenible a través de cuatro objetivos principales:
- Estocolmo unido. En 20 años, se pretende que sea una ciudad cohesionada en la que no se cuestionen la igualdad de oportunidades, género y accesibilidad, donde todos los niños cuenten con las mismas oportunidades de lograr objetivos de competencia; el hábitat sea accesible y que a las personas de la tercera edad se les garantice una calidad de vida digna y segura.
- Estocolmo ecointeligente. Para 2040, la ciudad tiene como objetivo priorizar el ciclismo, la caminata y el uso del transporte público a través de un sistema de transporte eficiente que combine un mayor uso de energía renovable.
- Estocolmo económicamente sostenible. Se busca que la responsabilidad financiera combine con iniciativas del mercado laboral, basadas en el fácil acceso a los puestos de trabajo disponibles, la vivienda y la educación.
- Estocolmo democráticamente sostenible. Que promueva los derechos humanos, combata la discriminación y garantice a todos los habitantes la igualdad de oportunidades.
El plan es un compromiso estratégico que habla sobre cómo busca ser una ciudad en crecimiento, con entornos urbanos cohesivos en los que pueda interactuar el aspecto sustentable con los espacios ya construidos y que puedan ser climáticamente inteligentes.
Se busca ser una Smart City atractiva para las personas, empresas y visitantes de todo el mundo. Para lograrlo, fue necesario implementar hogares, servicios y lugares de trabajo a un ritmo más acelerado.
Asimismo, la visión describe cómo se deben construir nuevas áreas residenciales desde una perspectiva sostenible con un buen transporte público, eficiente y en el que se utilicen tecnologías climáticas inteligentes, materiales inteligentes; se establezcan requisitos ambientales y energéticos ambiciosos.
Referente al tema de vivienda, el objetivo es construir, en un periodo de veinte años (2010-2030), 140 mil casas nuevas. Para alcanzarlo, entre 2014 y 2020 se iniciaron aproximadamente 40 mil y se espera que en 2025, la cifra aumente a 80 mil viviendas iniciadas.
Actualmente, existe la iniciativa Stockholm Houses para construir de manera rápida y rentable miles de nuevos apartamentos de alquiler en la ciudad. Se trata de un proyecto de colaboración entre empresas de servicios públicos de vivienda y administradores técnicos de la ciudad. El objetivo, acelerar el proceso de planificación y construcción.
Estocolmo es considerada como una de las ciudades medioambientales líderes en Europa, con menos impacto climático, agua y aire más limpios. Entonces, así como es importante que los ciudadanos contribuyan a la reducción del impacto climático, los ciudadanos deben adaptarse de la misma manera a aquellos cambios que se producen de manera natural.
Cada tres años, la administración ambiental de la ciudad realiza un cuestionario sobre hábitos ambientales. La encuesta más reciente fue realizada en otoño de 2016 y logró medir las actitudes, conocimientos y comportamientos de los habitantes.
Aspectos Smart
Sin embargo, esta estrategia para Estocolmo inició años antes, entre 2004 y 2007, a través de un trabajo conjunto con residentes, negocios, instituciones académicas y análisis de desarrollos globales.
Acorde a ello, el 3 de abril de 2017, el Ayuntamiento finalmente adoptó una estrategia para desarrollar una visión para implementar “la ciudad más inteligente del mundo”, mediante la coordinación del trabajo que se realiza en toda la ciudad con base en una digitalización de sus procesos. Actualmente se están llevando a cabo una serie de proyectos para alcanzar “Un Estocolmo para todos”:
Ascenso digital. A través de una conexión wifi en todos los edificios escolares, se ha creado una plataforma educativa que busca responder a las necesidades específicas de las escuelas, con herramientas en las que los profesores podrán, entre otros aspectos, autoevaluar su madurez digital.
Control de tráfico. Para reducir el tiempo de viaje, se busca que –independientemente del tráfico–, el transporte público mantenga un horario. El sistema de control de tráfico permite que los autobuses con más de un minuto de retraso en el cronograma, reciban de forma automática prioridad en los semáforos. Los autobuses son rastreados mediante una señal GPS, al igual que las bicicletas, automóviles y tranvías.
Iluminación inteligente. Con el objetivo de reducir a la mitad el costo de la electricidad, para la iluminación, se utiliza la tecnología LED y la de sensores de movimiento, que permiten que el sistema de iluminación alcance su máxima potencia, únicamente cuando alguien está cerca.
Contenedores inteligentes. Estas son las célebres cestas de residuos denominadas Big Belly, que se encuentran en las cercanías de Hötorget y Vasaparken. Están equipadas con un software de energía solar, sensores y dispositivos móviles que informan en tiempo real cuándo es hora de vaciarlos. Además, cuentan con tecnología incorporada que empaca los residuos, los cuales deben vaciarse cuatro veces por semana. El resultado: menos vueltas para la recolección de basura, menores costos y emisiones de gases contaminantes.
Hacer sugerencias. A través de una aplicación móvil, los habitantes de Estocolmo pueden informar directamente sobre deficiencias y el entorno exterior de la ciudad. Cualquier problema debe ser solucionado en un periodo máximo de 24 horas. El servicio ha existido desde septiembre de 2013 y desde entonces se han recibido más de 200 mil solicitudes.
Diálogo ciudadano digital. Consiste en una interfaz web donde cada uno de los edificios planificados son estudiados a partir de un modelo 3D por cualquier ciudadano. Permite escribir sugerencias y comentarios, así como leer los de otras personas.
Betala P (Pay p). Se trata de una app móvil para pagar el estacionamiento, lo que significa una amplia reducción en el número de recibos de papel, con lo cual se ahorran hasta dos millones de tickets por año, aproximadamente.
Mediante proyectos como estos, el gobierno de la ciudad busca asegurarse de que la capacidad individual y corporativa, para una mejor innovación, pueda ser dirigida hacia desafíos y objetivos comunes que beneficien a todos.
Reconocimientos internacionales
Los esfuerzos de Estocolmo para convertirse en Smart City han sido reconocidos —tanto nacional como internacionalmente— a través de diversas nominaciones y premios. Por ejemplo, en diciembre de 2016, Svenska Projekt Akademien (SPAK) (Academia de Proyectos de Suecia, por su traducción al español), nombró a Charlotte Dingertz y Claes Johannesson, ambos líderes del programa Estocolmo Ciudad Inteligente y Conectada, en el rubro “Project Manager of the Year” por su proyecto destinado a mejorar la competencia en materia de aprendizaje digital en las escuelas municipales de Estocolmo.
Mediante una herramienta de autoevaluación desarrollada por los líderes, los docentes han podido gestionar y mejorar las oportunidades presentadas por la digitalización en las escuelas; el proyecto llegó a 180 de ellas y a más de 12 mil maestros.
En el mismo año, Estocolmo fue acreedora del título “Ciudad Innovadora del Año” por el trabajo de digitalización en Mobigalan. Este premio ha sido concedido a ciudades suecas desde 2001.
Asimismo, fue nominada para GötaPriset en 2017 gracias al lanzamiento de sus contenedores inteligentes Big Belly. Éstos se instalaron en Vasaparken desde 2012 y, actualmente, alrededor de toda la ciudad hay un total de ciento cincuenta y tres.
Las Smart Cities siguen siendo una fuerte inspiración para otras naciones. Con ellas, se busca facilitar la vida de las personas al tiempo que reducirán las emisiones de CO2 a través de una mejor aplicación de la tecnología. No hay duda de que el futuro será más inteligente, y Estocolmo ya está liderando el camino.
Texto Alejandra Cañedo
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