En la presentación de su informe “Situación Inmobiliaria” señaló que el ciclo hipotecario obedece a las dinámicas macroeconómicas al estar muy alineado a la contracción en la generación de empleo de más de 5 salarios mínimos, principalmente, además de la menor confianza del consumidor y repercusiones por el mayor costo del crédito, aunque este ya se estabilizó.
A pesar de lo anterior, indicó que el mercado hipotecario ha mostrado adaptabilidad en el camino hacia su parte más baja del ciclo económico.
Al cuarto mes del 2017 el número de créditos hipotecarios de la banca disminuyó 2.7% respecto al periodo similar del año previo, mientras que el monto de los créditos se contrajo -0.6% también en términos anuales; lo único que creció fue el crédito promedio en 2.1 por ciento.
En su informe, los expertos de la institución señalaron que el sector hipotecario acentuó su proceso de desaceleración desde el segundo semestre de 2016. Nuevamente destacó el deterioro generalizado de la confianza del consumidor en lo que se refiere a bienes duraderos. Agregaron que aunque las expectativas del consumidor de vivienda bajaron desde el mes de julio, inician 2017 positivamente. “Esto se debió a un menor crecimiento del empleo mejor remunerado, que se combinó con un freno en la caída de las tasas de interés hipotecarias y un repunte de 45 puntos base al cierre del año, en línea con ligeros incrementos en las tasas de interés de largo plazo en el último trimestre”.
En la banca comercial, el crecimiento fue de apenas 1.7% en el monto real en 2016, atendiendo principalmente al mercado medio y residencial. Más del 80% de la masa del crédito se destinó a la adquisición de viviendas nuevas; mientras que el resto de los productos de crédito, tales como el pago de pasivos y liquidez perdieron dinamismo por la estabilización de las tasas hipotecarias, y mayor prudencia de los consumidores en solicitar financiamientos ante una mayor incertidumbre.