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Si has sido afectado económicamente por la pandemia del COVID-19 y rentas una vivienda, existen opciones para negociar un plan de facilidades con tu casero y evitar el desalojo.

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 -Negociar el pago de la renta. Lo primero es evaluar las finanzas y definir con cuánto dinero se cuenta para cubrir el pago de la renta y tratar de pactar una fecha con el arrendador; las opciones pueden ser disminuir el pago o aplazarlo durante un plazo determinado. Si se llega a un acuerdo, es importante que este sea redactado en la forma de un contrato; firmado por ambas partes y que conserven una copia. Así, cada quien estará protegido legalmente en caso de que se presente un conflicto.

 En caso de que no se pueda cubrir el pago de esta forma, puede funcionar:

 -Solicitar un adelanto de nómina. Si se cuenta con un empleo estable y se percibe la nómina a través de una entidad financiera, es una opción válida. Dependiendo de la entidad financiera donde se solicite, algunas de las ventajas de esta modalidad son la autorización inmediata, tasa de intereses baja o nula; y que la solicitud se puede realizar vía telefónica, internet o en cajeros automáticos.

 -Tramitar un préstamo bancario. Aunque no es recomendable adquirir una deuda durante una situación económica inestable, solicitar un préstamo es una buena opción si la prioridad es cubrir el pago de la renta y contar con un espacio donde resguardarse durante la contingencia de salud. Además, las entidades financieras ofrecen préstamos personales, los cuales sirven para cubrir gastos en emergencias como la pérdida de empleo.; éstos se tramitan de manera rápida, aunque muchas veces requieren de preautorización.

 -Rentar una propiedad más económica. En caso de no contar con un financiamiento para el pago, es posible que se deba concluir el contrato de renta de la propiedad y buscar una vivienda cuya renta sea más económica; refiere Vivanuncios. Una forma de sobrellevar el impacto a los ingresos de un inquilino es mudarse a una vivienda compartida, ya que el costo de una habitación suele ser menor y los gastos de servicios públicos como agua y luz son divididos entre más personas.