Uno de los resultados inmediatos de los proyectos basados en la tecnología BIM (Building Information Modeling), es un aumento en la calidad del producto, sostenibilidad y mejora del servicio que ofrece durante toda la vida útil un inmueble.

Esta tecnología llega para revolucionar el mercado inmobiliario y se presenta como una solución para agilizar la concesión de licencias y como el método “más efectivo” para abaratar el precio de la vivienda. 

En ese sentido Asprima y EY Law señalan en un informe que la burocracia tiene un sobrecosto para el comprador, por lo que el BIM "es un sistema de modelización para realizar los proyectos de construcción en 3D con una metodología de trabajo colaborativa, entre todos los agentes que intervienen en el desarrollo de un proyecto inmobiliario. Están presentes en sus tres fases: diseño, construcción y explotación”, explica Daniel Cuervo, director general de Asprima.

Asimismo, explicó que este método requiere de un software para centralizar toda la información del proyecto en un único modelo vinculado. 

Cuervo también detalló que “la tecnología BIM anticipa los posibles errores que puedan tener los proyectos en su ejecución. También permite compartir toda la información al mismo tiempo entre todos los que intervienen en el desarrollo inmobiliario”.

Esta tecnología en la actualidad, se exige en muchas licitaciones de obras públicas en Europa.