La adquisición de un bien inmueble es uno de los actos patrimoniales más importantes. Para hacerlo, la mayoría de las personas solicita un crédito hipotecario como medio de financiamiento; esto implica solicitar un crédito para comprar el inmueble, constituyendo una hipoteca sobre dicho bien para asegurar el pago del crédito que le fue otorgado.
No obstante, la hipoteca del inmueble no termina con el pago total del crédito, también es necesario cancelar la hipoteca con la finalidad de que el inmueble correspondiente no reporte gravamen. Esto asegura además que el propietario pueda, en un futuro, vender o volver a hipotecar el inmueble con mayor facilidad.
Ahora bien, es un error común de los clientes pensar que una vez liquidado un crédito hipotecario deberá emitirse un nuevo título de propiedad o que se necesita de su firma en una nueva escritura. Sin embargo, la realidad es que se trata de un trámite muy sencillo para el cual se siguen los siguientes pasos:
1. Contactar al acreedor hipotecario y confirmar que efectivamente el crédito se encuentra totalmente liquidado.
2. Solicitar al banco o institución de vivienda que emita la carta por la que se instruya al notario a realizar la escritura de cancelación de hipoteca. Para esto deberás indicar los datos del notario de tu elección. Acércate a la notaría de tu confianza. (No tiene que ser el mismo notario que hizo la escritura del crédito, puedes elegir a alguien distinto).
3. Posteriormente, deberás llevar a la notaría de tu elección la carta mencionada, la escritura en la que consta el crédito hipotecario y el pago de honorarios y derechos por la inscripción en el Registro Público (cabe señalar que este trámite es menos costoso de lo que normalmente consideran los interesados y que el mismo no causa impuestos, sólo derechos de inscripción en el Registro Público la Propiedad).
Con dichos documentos, el notario se encargará de elaborar la escritura correspondiente y de coordinarse con los representantes del acreedor hipotecario a fin de obtener la firma de estos en el instrumento.
4. Una vez concluido el paso anterior, el notario se encargará de inscribir en el Registro Público de la Propiedad la cancelación de hipoteca. De esta manera el inmueble se encontrará libre de gravámenes.
5. El notario se pondrá en contacto contigo para entregarte una copia fiel y exacta de dicha escritura (testimonio) con los datos de inscripción en el Registro Público. Con ella podrás demostrar fácilmente que el crédito fue pagado en su totalidad y que la garantía hipotecaria ha sido cancelada. Es recomendable guardar este documento junto con el título de propiedad del inmueble.
Los bienes inmuebles forman una parte importante dentro de nuestro patrimonio, por lo que es recomendable que estos no reporten gravámenes que garantizaban créditos extintos.
Así que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Si ya has terminado de pagar tu crédito hipotecario, acude con el personal de tu acreedor y acércate a la notaría de tu confianza para seguir estos sencillos pasos que garantizan total seguridad jurídica para ti y tu patrimonio.
* Notario 132 de la Ciudad de México.
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