Durante la presentación del Informe “Situación Inmobiliaria México” de BBVA, correspondiente al primer semestre de 2021 (1S21), se destacó que entre 2010 al 2020 la banca comercial otorgó en su conjunto más de un millón de créditos para adquirir una vivienda nueva o usada, lo anterior representó más de un billón de pesos en términos reales
Por su parte, la Edificación cerró el año con una caída de 16.6%, mientras que la Obra Civil cayó 25.3%. La falta de inversión en proyectos de infraestructura ha llevado a este resultado de la Obra Civil. La menor demanda por vivienda, así como los cambios de hábitos de compra y trabajo hicieron innecesarias algunas edificaciones.
Por su parte, el mercado hipotecario tuvo menor demanda por vivienda, principalmente en los segmentos medio y de interés social. En 2020 se originaron 2.7% menos créditos y 6.2% menos monto hipotecario.
Los organismos públicos de vivienda (Onavis) otorgaron 373 mil créditos hipotecarios, mientras que la banca 120 mil, lo que representaron en conjunto variaciones de -2.9% y -11.3%, respectivamente.
En cuanto al monto total de crédito hipotecario, éste ascendió a 389 mil millones, de los cuales 197 fueron de la banca comercial y el resto del Infonavit y Fovissste. La hipoteca promedio subió en el caso de la banca comercial debido a que la demanda por vivienda residencial mejoró en el último trimestre del año.
“A pesar de las condiciones, la cartera (hipotecaria) se mantiene sana al presentar una baja morosidad, menor al 1.5%”, destacó el análisis.
El Informe “Situación Inmobiliaria México” de BBVA señala que en 2021 el sector podría crecer hasta 2.7%, aunque no significa que llegue al nivel previo de 2019, ya que se trata de un efecto base, y no de una recuperación.
Si bien la caída de la demanda por vivienda desaceleró el ritmo de apreciación de estos inmuebles, el hecho de que no se hayan acumulado inventarios permitió que la apreciación cerrara en 5.4%.
Sin embargo, la crisis no tuvo efecto estructural en la distribución regional del crédito hipotecario bancario, ante lo cual, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro concentraron 51.6% de los créditos para adquisición de vivienda y 57.5% del monto.
En cuanto al número de hipotecas, solo Nayarit mejoró con respecto al año previo, pero en términos del monto, 13 solicitaron mayores recursos. Las que caen en ambas medidas son Baja California Sur, Campeche, Tabasco y Quintana Roo; economías estatales donde el turismo y el petróleo cobran relevancia.
El Informe señaló que las tasas de interés que a nivel nacional promediaron 9.4%, lo que ayudó a amortiguar la caída del mercado. En 2020, el empleo continúa siendo el principal factor para la colocación de hipotecas, pero en este año el peso de las tasas de interés aumentó su peso en la decisión de tomar un crédito de este tipo.
El estudio detalla que el rezago habitacional alcanzó los 9.4 millones de hogares, de los cuales 2 millones requieren como solución una vivienda. Sólo seis entidades concentran el 50% del rezago, las mismas entidades de los últimos años.
Durante estos diez años, la vivienda ha mostrado su valor de largo plazo. Además del beneficio del uso habitacional, los hogares que invirtieron en este activo han tenido rendimientos reales positivos de largo plazo. El promedio nacional en este periodo es de 6.5%. Cada uno de los estados ha tenido también una apreciación real positiva, que va del 5.7% en tasa promedio anual para Hidalgo a 8.6% para la Ciudad de México.
Cabe señalar que La tasa promedio ponderada para adquisición de vivienda que otorga la banca comercial bajó hasta 9.4% en 2020. El menor costo del crédito hipotecario benefició a todas las entidades del país y ayudó a amortiguar la caída de la demanda ante la crisis económica.