En los últimos años, las plataformas de entrega de comida a domicilio se han consolidado como una parte esencial del comercio alimenticio en América Latina y el resto del mundo, transformando los hábitos de consumo y ampliando el acceso a diversas opciones gastronómicas.

Según estimaciones de Statista Market Insights, las plataformas de reparto de comida llegaron para quedarse. Se prevé que en 2024 los pedidos de comida preparada a domicilio –ya sea directamente a los restaurantes o a través de plataformas de entrega asociadas– generen ingresos superiores a los 8,400 millones de dólares en Brasil.

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En México, se espera que esta facturación alcance los 2,500 millones de dólares, mientras que en Argentina se proyecta una cifra de 1,860 millones.

Además de contar con startups de supermercados como la mexicana Jüsto y la colombiana Merqueo, Latinoamérica ha sido testigo del crecimiento de competidores locales e internacionales en el reparto de productos de primera necesidad.

Como muestra el gráfico, este segmento representa una porción significativa de los ingresos por pedidos en línea de alimentos en varios de los principales mercados de la región.

Por ejemplo, en México, los ingresos por la entrega de víveres serían casi 2.5 veces mayores que los de las comidas preparadas, mientras que en Perú serían siete veces superiores.

Muchas empresas están aprovechando este potencial para fortalecer sus carteras y mantenerse competitivas en un mercado cada vez más exigente.