Las fugas de agua no solo representan un desperdicio del vital líquido, sino que también implican una fuga de energía y dinero, advirtió el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE).
De acuerdo con el FIDE, la detección y reparación oportuna de fugas es fundamental para evitar el uso innecesario de energía eléctrica, reducir la facturación del agua y prevenir daños en la infraestructura de edificios. Además, contribuye a la conservación de los recursos naturales y a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), lo que es clave para mitigar los efectos del cambio climático.
Asimismo, instó a la población a reportar fugas en la vía pública ante las autoridades locales, ya que estas pueden derivar en contaminación del suelo y del agua, afectando aún más el ecosistema y la disponibilidad del recurso hídrico.
Subrayó que el cuidado del agua es un desafío global, especialmente ante las consecuencias del cambio climático. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el aumento de la temperatura global está alterando el ciclo del agua, provocando fenómenos meteorológicos extremos y agravando la escasez de este recurso, que afecta a la mitad de la población mundial en al menos una parte del año.
En este contexto, el FIDE reiteró la importancia de la eficiencia energética y el ahorro de agua como herramientas clave para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, llamando a la ciudadanía a tomar medidas concretas para evitar su desperdicio.