"Cuando me convertí en arquitecto quedé muy decepcionado de mi profesión porque trabajamos para los que tienen dinero y poder, y como dinero y poder son invisibles nos contratan a nosotros para hacerlos visibles", aseguró el reconocido arquitecto japonés.
Sin embargo, aclaró que "no es que a mí no me interese hacer estos monumentos, pero me parece que debemos utilizar, nuestra energía, experiencia y conocimiento no sólo para los privilegiados".
El Foro Económico Mundial otorga este premio a artistas o líderes culturales que comparten su misión por "mejorar el mundo".
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