Comparativamente, el arranque de año 2018 es lento respecto al año pasado cuando el trimestre inicial presentó un avance a ritmo anual de 3.3%; sin embargo, debemos considerar que la Semana santa cayó en marzo y por lo tanto hubo menos día laborales que se compensarán en el segundo trimestre (abril).
En particular, durante marzo, debido a la estacionalidad por la Semana Santa, el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) reportó una contracción de -0.8% en relación al mismo mes del año pasado.
Con un incremento de 2%, el sector servicios (terciario) encabezó el desempeño del PIB nacional en el primer trimestre de 2018, compensando parcialmente la contracción del sector industrial que se contrajo -0.8%; el sector primerio registró un avance de 1.3% anual pero tiene un peso mucho menor en el PIB total respecto a los dos sectores previos.
En Banorte opinan que el dinamismo de la economía mexicana durante el primer trimestre del año estuvo explicado por el desempeño favorable que continuaron mostrando los servicios, motivado por el avance de la demanda interna ante el dinamismo del crédito privado bancario y el dinamismo del mercado laboral formal mexicano.
De igual forma, consideramos que el dinamismo de la economía mexicana se vio también beneficiado por la recuperación que ha presentado la actividad industrial impulsada por el mayor crecimiento de la construcción. No obstante, la producción manufacturera mexicana ha registrado una visible desaceleración al mismo tiempo que continúa la recesión en el sector minero.