Parece que para las empresas españolas, no es motivo de alarma los altibajos económicos en América Latina. Y es que, el 76% de las empresas encuestadas por el Instituto de Empresa (IE) afirma que aumentarán sus inversiones en el país, 23% las mantendrán y sólo 1 de cada 10, las reducirá.
El primer grupo, lo lidera México, acompañado de países como Brasil o Colombia; el segundo, en Argentina o Guatemala, entre otros, mientras que el último sólo afecta a Venezuela. Lo anterior, fue expuesto por los datos del XII Informe: Panorama de Inversión española en Iberoamérica, de la mencionada escuela de negocios en colaboración con el despacho de abogados Llorente&Cuenta y la aerolínea Iberia.
Este balance positivo ha convertido a la región iberoamericana en la que las españolas prevén aumenta más su facturación en los próximos tres años (76%), por encima de Estados Unidos y Canadá (68%) y la Unión Europea (54%).
De todos los factores atractivos para seguir destinando capital español en México, el potencial del mercado interno destaca en 88%, seguido por la ubicación geográfica ventajosa (37%) y por la competitividad (37%). Esto ayuda a entender que la única variable que ha perdido interés (10 puntos menos respecto de 2018) sea la firma del tratado de libre comercio con EU y Canadá, el T-MEC.
La Ciudad de México, vuelve a ser, por quinto año consecutivo, la metrópoli más atractiva para centralizar las operaciones regionales, por delante de Miami y Bogotá. La capitalidad y las conexiones aéreas es lo que más valoran los empresarios españoles, si bien, no es la ciudad latinoamericana mejor valorada. No obstante, las compañías españolas ya no ven el mercado mexicano con tanta euforia como en 2018, principalmente, por la incertidumbre ligada al cambio de gobierno; ahora Colombia y Chile son los países donde hay mejores perspectivas.
La desaceleración económica (22%) y la inseguridad ciudadana (11%) son las principales amenazas que ven a la hora de considerar las inversiones en México.
A pesar de ello, el informe destaca la tendencia de los gobiernos latinoamericanos en mantener y mejorar la estabilidad, multilateralismo y seguridad jurídica de sus economías, con independencia del color político del gobierno de turno.
Con información de Forbes.