De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dicha inversión corresponde únicamente a carreteras y ferrocarriles, 0.5 y 0.1 por ciento del PIB respectivamente; nada fue para infraestructura en transporte fluvial o marítimo, ni tampoco para aéreo, a pesar que las obras del aeropuerto de Texcoco arrancaron en 2014.
De cada 100 dólares invertidos en infraestructura del transporte, México aplicó 83.3 a carreteras y el resto a ferrocarriles. El informe establece que en la región, se invirtieron 76.1 dólares para carreteras, 14.3 para transporte fluvial y marino, 4.3 para ferrocarriles y 2.5 para transporte aéreo.
Asimismo señala que el comercio en México y países de Centroamérica se realiza en 47.5 por ciento mediante transporte marítimo, 42.5 por ciento en transporte carretero, 9.9 por ciento en transporte ferroviario y 0.1 por ciento en aéreo. La CEPAL consideró que la región debe triplicar la inversión en infraestructura, sobre todo en carreteras y puertos.
La inversión pública registra el mayor desplome porque de ubicarse en 3.5 por ciento del PIB hace 30 años a la fecha representa menos de 1 por ciento. En cambio la inversión privada subió de alrededor de 0.4 por ciento en 1980 a su máximo de 1.5 por ciento en 1998 pero ha venido cayendo para ubicarse en 0.3 por ciento hace dos años.