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La debilidad económica de México, de enero a septiembre, se explica por el desplome de la formación bruta de capital fijo y la contracción en el consumo gubernamental.

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De acuerdo con el reporte de oferta y demanda global de bienes y servicios, correspondiente al tercer trimestre de 2019, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) por segundo trimestre se contrajo este indicador. No obstante, el consumo privado y las exportaciones evitaron un mayor deterioro económico. Y es que en el primer trimestre del año avanzó a un ritmo anual de 1.3%, pero en el segundo cayó 1% y en el tercero se contrajo 0.3 por ciento. De esta manera, su crecimiento en los nueve primeros meses del año fue de cero.

Precisamente en el acumulado de enero a septiembre de 2019, la formación bruta de capital fijo registró una contracción de 4.8% respecto al mismo periodo de 2018, derivado de la caída que observó en los tres primeros trimestre del año, siendo la variable que presentó el mayor deterioro. Comparativamente, en todo el año 2018 esta variable creció 0.9 por ciento.

Aunque el consumo del gobierno también reportó tres trimestres consecutivos con tasas de crecimiento negativas, su caída en los primeros nueves meses del año 2019 fue más moderada, a ritmo anual de 1.9% y que contrasta con el avance de 3% de todo el año 2018. Por su parte, el consumo privado, moderó mucho su ritmo de crecimiento que en todo el año 2018 repuntó 2.3%, y de enero a septiembre de 2019 avanzó apenas 0.5% en términos anuales.

Junto con el consumo privado, la otra variable que evitó un mayor deterior de la economía fueron las exportaciones de bienes y servicios que repuntaron 2.7% anual de enero a septiembre, aunque mostraron una moderación respecto al avance de 5.9% de todo el año 2018.