Según el análisis semanal del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado A.C, la deuda pública aumentó de manera moderada, considerando las circunstancias globales en la actualidad.
Como porcentaje, pasó de 45.1% en 2019 a 52.4% en 2020, principalmente debido a la caída del Producto Interno Bruto (PIB). Cabe apuntar, que el Ejecutivo ha insistido en no haber tenido la necesidad de utilizar deuda, ante el eficiente manejo de los recursos, que obviamente se beneficiaron de una importante cantidad de recursos no recurrentes.
El reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indica que el manejo de la deuda pública fue prudente y eficiente, sin sobrepasar el techo de endeudamiento autorizado por el Congreso. No obstante, a pesar de cumplir con los límites de deuda, el sector público incurrió en un endeudamiento neto de 609 mil 300 millones de pesos durante el año.
El CEESP señala que la actividad económica afectó inevitablemente las fuentes de recursos del sector público. Los ingresos presupuestarios del sector público sumaron 5,339.9 mmp, monto inferior en 4.1% real a lo reportado en 2019 y 183.3 mmp por debajo de la cifra programada para todo el año.
Caída por ingresos petroleros
Esto reflejó principalmente la caída de 38.7% en los ingresos petroleros como consecuencia de la reducción en la producción de crudo, que registró su nivel más bajo desde 1979 luego de declinar de manera ininterrumpida en los últimos 16 años. Asimismo, el precio del crudo de exportación promedió 35.82 dólares por barril, 19.75 dólares por debajo del precio promedio de 2019.
Los ingresos no petroleros, cuya dinámica se relaciona con el desempeño de la economía, registraron un modesto aumento de 3.4%, lo que parece sorpresivo tras la fuerte contracción de la actividad económica, que el INEGI estima que finalmente cayó 8.5%.
Resulta que buena parte del aumento de los ingresos públicos tuvo su origen en el incremento de 43.5% en los ingresos no tributarios, que refleja el uso de activos financieros para financiar al gobierno federal sin tener que recurrir a un aumento de deuda.
Su origen principal fue la recuperación de activos del Fondo de Estabilización de los Ingreso presupuestarios (FEIP) POR 204 mmp; incluyendo 47.4 mmp que se recibieron por coberturas petroleras; de otros fideicomisos por 55.3 mmp, incluido el del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmp; de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda por 42.8 mmp y de entidades paraestatales por 32.2 mmp. Lo importante a tener en cuenta es la naturaleza no recurrente de estos recursos. El gobierno no podrá contar con ellos en los siguientes años.