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La medida, que implementó Vicente Fox, entre 2003 y 2006, hizo caer a la industria manufacturera automotriz en México hasta 30%.

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Con el supuesto objetivo de “abatir la inseguridad y beneficiar a las familias”, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dijo que se buscará la regularización de 2.2 millones de autos chocolate en la frontera norte, y además, en Michoacán y Nayarit.

Ante el anuncio, la industria automotriz alertó que el programa regional solo beneficiará al crimen organizado, aumentará la contaminación e impactará de manera negativa la venta de autos formales y la creación de empleo.

La industria automotriz, agobiada por la crisis de los semiconductores, advirtió que “lo más grave” de aprobar este “contrabando” es que será “un premio para la corrupción” de los funcionarios y empresas de Estados Unidos que se enriquecen con ello.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) recordó que una medida similar que implementó el expresidente Vicente Fox causó la caída de 30%, entre 2006 a 2009 de la producción industrial al traer autos “basura” de Estados Unidos.

Sería oficial

Como se recordará, el 18 de octubre, López Obrador publicó un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación para que Baja California y los estados fronterizos hasta Tamaulipas trafiquen con autos chocolate, a los que hace unos días sumó a su iniciativa Michoacán y Nayarit.

La idea de Obrador contempla un pago de 2,500 pesos para regularizar el auto en el Registro Público Vehicular, con el que agregó, se “destinaría” al bacheo de las calles.

Por su parte, El Washington Post afirmó que la cifra podría subir hasta 30% de los autos que circulan en el país, los cuales, muchos serían “cooptados” por el crimen organizado.

Cabe recordar que según datos de la Secretaría de Seguridad en Chihuahua, el 80% de los homicidios en esta entidad involucran a autos chocolate.

Para el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, la medida favorecerá a grupos criminales que cuentan con un negocio millonario de la introducción del contrabando automotriz —con todo y armas— debido a la corrupción del gobierno.

Por su parte, la Unidad de Inteligencia financiera (UIF) informó en abril la existencia de un cartel aduanal en Baja California que introduce autos, armas y otras mercancías ilegales a México con funcionarios de la cuarta transformación (4T).

Por su parte, el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Baja California Sur, Gustavo Díaz Tronco dijo que el programa es un cheque en blanco que la 4T entrega a la delincuencia y la ilegalidad.

Los autos chocolate tienen hasta 15 años de antigüedad y no cuentan con seguro, tampoco certificados ambientales y van sin catalizador en el escape, lo que provoca más emisión de nitrógeno, hidrocarburos y monóxido de carbono CO2, según un análisis del Centro Mario Molina realizado en Ciudad Juárez en 2006.

En las ciudades fronterizas de Texas y California, documentó The Washington Post, hay magnates cuyas fortunas provienen de la venta de los coches chocolate. A lo largo del Río Grande brotaron enormes lotes de autos, e incluso, en Tijuana, hay una industria que se sustenta de la venta de matrículas falsas.

Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que durante noviembre se vendieron en México 82,829 automóviles, lo que implicó una caída de 13.4% anual y el menor volumen de unidades comercializadas para un noviembre desde 2010 y una afectación grave al empleo formal.

Con información de Sin embargo, Heraldo de Chihuahua e INEGI