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Marcas como Nike, Gap y Abercrombie, que dependen de países como Vietnam y Camboya, se verán obligadas a evaluar si pueden absorber los costos adicionales o si deberán aumentar los precios de sus productos.

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Las grandes marcas de ropa y calzado como Gap, Levi Strauss, Nike y Lululemon, se encuentran ante presiones por la reciente implementación de aranceles recíprocos impuestos por el gobierno de Estados Unidos a productos importados de países como Vietnam, Camboya, Indonesia y Bangladesh, grandes productores textiles.

 

Esta nueva medida, que entrará en vigor el 9 de abril, plantea una situación complicada para las empresas, pues los aranceles podrían traducirse en un incremento en los precios de los productos finales, afectando directamente a los consumidores.

 

Según el analista Jeremy Bowman de The Motley Fool, las marcas enfrentan la difícil disyuntiva de decidir si asumen los costos adicionales, lo que podría mermar sus márgenes de ganancia, o si los traspasan a los compradores, lo que incrementaría el precio de sus productos.

Los aranceles recíprocos son un mecanismo basado en el déficit comercial de Estados Unidos con ciertos países y se calculan para reducir esa disparidad, de acuerdo con una nota publicada en el diario El Economista.

Con esta medida, Vietnam se ve afectado por un arancel del 46%, Camboya un 49%, Sri Lanka un 44%, y Bangladesh un 37%, mientras que China e Indonesia enfrentan cargas del 34% y 32%, respectivamente.

La Asociación Americana de Ropa y Calzado (AAFA) advirtió sobre las implicaciones de estos aranceles para los 3.5 millones de estadunidenses empleados en la industria y mencionó que el 97% de las importaciones textiles provienen de Asia.

 

 

Steve Lamar, presidente de la AAFA, comentó que lo esperado era haber eliminado estas cargas arancelarias en lugar de añadir nuevos costos que continúan incentivando a la inflación.

 

Por otro lado, la incertidumbre reina entre las empresas, que se ven atrapadas en un "juego de espera" ante la falta de claridad sobre el impacto final de estos aranceles.

Las alternativas de mover la producción a Estados Unidos parecen poco viables, pues los costos de fabricación en territorio estadunidense son significativamente más altos, como lo destacó el CEO de Saitex, Sanjeev Bahl.

Ante esta situación, algunas empresas están considerando reubicar parte de su producción en países como Perú y Mauricio, que ofrecen aranceles más bajos, pero que no cuentan con la capacidad para satisfacer la alta demanda del mercado estadunidense.

Nike, por ejemplo, depende de Vietnam, China e Indonesia para el 95% de su producción de calzado, mientras que Gap y Abercrombie dependen en gran medida de Vietnam y Camboya para sus textiles.

 

El presidente Donald Trump expresó en redes sociales que planea reunirse con autoridades de Vietnam para explorar la posibilidad de un acuerdo que reduzca los aranceles.

 

“Acabo de tener una llamada muy productiva con To Lam, secretario general del Partido Comunista de Vietnam, quien me comentó que Vietnam quiere reducir sus aranceles a cero si logra un acuerdo con Estados Unidos… le dije que espero con interés una reunión próximamente”, escribió el mandatario estadunidense.