La industria de la construcción parece estar en plena demolición, al registrar en el primer trimestre del año (1T20) una contracción de -8.2% en su índice de producción, en relación al mismo periodo del año pasado, con una caída generalizada en sus diversas actividades encabezada por las obras de ingeniería civil (-17.4% anual) informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Durante el periodo enero-marzo la construcción profundizó su nivel de contracción, toda vez que en 2019 el retroceso acumulado fue de -5%; asimismo, en el mismo periodo del año previo se reportaba un retroceso de -0.8 por ciento. Hoy en día la construcción es el principal lastre de la producción industrial del país.

En particular, durante marzo experimentó una caída de -7.5% respecto al mismo mes de 2019, que se explica por el desplome generalizado de actividades que fue encabezado por un -17.8% en la construcción de obras de ingeniería civil, un ajuste de -4.3% en la edificación y de -9.3% en los trabajos especializados del sector.

A pesar de que el gobierno mantuvo la construcción de sus principales obras de infraestructura, por considerarlas esenciales, y en teoría se  aceleró la inversión física del gobierno, se profundizó la caída de esta actividad.

Debido a que la edificación no fue considerada una actividad esencial cuando se declaró el 30 de marzo emergencia sanitaria, ésta actividad prácticamente se detuvo en todo el país, por lo cual se anticipa que en abril y mayo sufra una profunda contracción.

Analistas de Banorte consideran que “la incertidumbre respecto al momento en que se podrá retomar la normalidad sigue siendo muy elevada”.

Por su parte, analistas de Invex opinaron que “la industria mexicana ya presentaba un desempeño negativo antes de la contingencia sanitaria, principalmente en la parte de construcción. La falta de inversión por parte del sector privado que ya se registraba en meses pasados podría agudizarse por la crisis”.