De acuerdo con un análisis costo-beneficio del Tren Maya, realizado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), este transporte utilizará diésel para su funcionamiento, por ser más barato. Con lo que se deja de lado la recomendación de especialistas de utilizar hidrógeno, que contamina menos y no los trenes no requieren una infraestructura eléctrica.
El fondo llegó a la conclusión de que “el proyecto planteado sobre la base del diésel es menos costoso que el eléctrico en términos de Costo Anual Equivalente (CAE), el CAE de la alternativa eléctrica es 6.8 por ciento mayor a la alternativa del diesel”. Y señaló que “la alternativa de tracción eléctrica requeriría de estudios detallado para asegurar la viabilidad para la conexión de los centros de carga, donde se señalan las posibles restricciones y obras que se requieren para mantener la confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional, ante el Cenace, los cual puede generar retrasos”.
Esta decisión provocará un problema porque la industria petrolera no produce, ni generará a partir de que tome vías férreas en el 2023, el suficiente diésel y menos de Ultra Bajo Contenido de Azufre (UBA) para reducir contaminación. Información de la Secretaría de Energía (Sener) estima que ni aun echando a andar la nueva refinería de Dos Bocas, ubicada en Tabasco, el país dispondrá de suficiente diésel para abastecer las necesidades del proyecto, lo que implica que el tren podría operar con combustible importado.
Sin embargo, refirió El Universal, el concesionario que obtenga el contrato para su operación podrá elegir entre comprar diésel a Petróleos Mexicanos (Pemex) o a privados. Cabe recordar que el primer cuatrimestre del 2020, la producción de diesel en el país fue de 113.3 mil barriles diarios, de los cuales solo el 40% es UBA, mientras que la demanda es de 216 mil barriles diarios.