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De acuerdo a las grabaciones contenidas en la caja negra, la aeronave fue atrapada por una nube de turbulencia, por lo que dio un giro súbito con un ángulo pronunciado de 47 grados; hay "presuntas deficiencias en el proceso de certificación y operación por parte del piloto y copiloto", informó el secretario de Comunicaciones, Luis Téllez

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Por Notimex CIUDAD DE MÉXICO.- El secretario de comunicaciones y transportes, Luis Téllez informó al presentar el informe preliminar del análisis de las cajas negras del Learjet 45 donde viajaba Juan Camilo Mouriño que este iba a una distancia de 4.15 millas náuticas cuando la distancia establecida por las normas internacionales de aviación, debía ser de cuando menos 5 millas. Asimismo dijo que hay "presuntas deficiencias en el proceso de certificación y operación por parte del piloto y copiloto", agregó que hubo falta de familiaridad con los instrumentos de cabina por parte de ambos que se reflejó en la desorientación geográfica. La tripulación reconoció de acuerdo a las grabaciones contenidas en la caja negra, que la aeronave fue atrapada por una nube de turbulencia, por lo que dio un giro súbito con un ángulo pronunciado de 47 grados. Insiste SCT que no hubo explosivos en el Learjet 45 El director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, informó que de acuerdo con los datos de las cajas negras contenidas en el Learjet 45, se determinó que al momento de la caída del aeronave no hubo ninguna explosión ni tampoco un incendio al interior. En conferencia de prensa, acompañado del secretario de Comunicaciones y Transportes Luis Téllez, explicó mediante gráficas el descenso del avión y aseguró que al momento de la caída la aeronave estaba íntegra. El director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) dijo que una cámara de seguridad situada en el helipuerto del edificio Omega, en la calle de Campos Elíseos, captó la caída del avión con una ángulo de inclinación de 42 grados. En dicha imagen se observa al Learjet 45 completo, sin ninguna explosión o incendio en el aire, con los motores en operación y sin ningún desprendimiento de partes. "El empenaje, que es la cola de la aeronave está intacto, el fuselaje está completo desde la cola hasta la nariz y el ala con su lámpara. Esto demuestra que la aeronave iba cayendo completa, que no hubo explosión en el aire, que no hubo incendio abordo, que los motores se encontraban en operación y con todas sus partes". Luis Téllez mencionó que antes de iniciar el viraje final hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para aterrizar "cambió su trayectoria de manera súbita y giro bruscamente a la derecha sobre su eje longitudinal para quedar invertido o casi invertido". Tras un análisis detallado del estabilizador vertical, el timón horizontal de la cola y ambas alas, se determinó que en principio el avión no sufrió ninguna falla estructural en vuelo en esos componentes vitales. "La evidencia indica que ambos motores se encontraban en su posición operando normalmente, y que ninguna de las reservas estaba activada al momento del impacto, ninguna evidencia señala algo anormal en el vuelo hasta que el avión cayó súbitamente", insistió. El director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, mencionó que han seleccionado a tres testigos: uno de ellos personal de mantenimiento de un edificio, quien refiere que el Learjet 45 venía volando a una altura más baja que los demás, y en ese momento vieron que giro hacia la derecha, cayendo de una forma abruta "panza para arriba". Asimismo, un elemento de seguridad privada quien comenta que escuchó que "algo como una bola de nieve" cayó frente a la puerta de cristal; y un tercero, un publicista número uno, quien dijo que el avión venía cayendo a toda velocidad en sentido contrario al habitual de los aviones, no estaba invertido pero si ladeado a su derecha.