La construcción de Tren Transístmico, que forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, tendrá un retraso de entre ocho y nueve meses debido a la crisis sanitaria y a las observaciones a la Manifestación del Impacto Ambiental (MIA).
José Sánchez Pérez, director general Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) añadió que los reclamos sociales que han hecho algunas comunidades originarias de la región del Istmo también retrasan los trabajos de modernización de la línea de 200 kilómetros.
El directivo de la empresa responsable de los trabajos, indicó que los mixes exigen el pago de afectaciones por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), publicó El Universal.
Así, las vías férreas que van de Medias Aguas, en Veracruz, a Salina Cruz, en Oaxaca, divididas en cinco tramos de 40 kilómetros aproximadamente, presentan retrasos; y en otros, poco adelanto, como los que comprenden las comunidades Ubero-Mogoñé-La Mata.
Un obstáculo adicional para la construcción del tren es el abandono que sufrió la ruta ferroviaria, que se manifiesta en las invasiones al derecho de vía, que debía ser respetado a partir de los 15 metros de lado a lado a partir del centro de durmientes.
Si bien el ferrocarril transístmico se inauguró en 1907, al paso de los años los asentamientos humanos crecieron al lado de las vías; actualmente, en la zona del fraccionamiento habitacional La Noria, cerca de Salina Cruz, hay viviendas y oficinas.
Se requerirá la intervención de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano para elaborar un programa de reordenamiento, y así el proyecto del tren, con un presupuesto de 3,500 millones de pesos, esté listo en diciembre del 2021, no en abril.