El Proyecto de Intervención Urbana Integral del Río Grijalva en Villahermosa, Tabasco, ha devuelto a los habitantes de la ciudad la relación con el entorno natural. De esta gran obra forma parte el Malecón de Villahermosa, un espacio público, de creación colectiva, que recupera el vínculo entre el río y los habitantes de la capital tabasqueña.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) concluyó la obra de rescate y regeneración urbana de una sección del río, a lo largo de 2.6 kilómetros del lado del Centro Histórico y 2.7 kilómetros del lado de la colonia Las Gaviotas.
El proyecto que inició en febrero de 2021 y concluyó en febrero de 2024, consistió en crear un malecón elevado; diseñar y reforestar un paseo en las riberas del Río Grijalva con vegetación nativa de bajo mantenimiento, resistente a los cambios de nivel del río.
La rehabilitación de plazas, parques, puentes, banquetas y vialidades; reactivar la zona cultural (CICOM) y deportiva; sustituir y crear infraestructura como drenaje, agua potable, red de alumbrado público, cableado; incluir sistemas constructivos como la tablestaca, que le da estabilidad a la margen del río y ayuda a prevenir filtraciones.
Este proyecto del malecón incluye un andador peatonal que permite vistas panorámicas para que los habitantes disfruten nuevamente del río, además de áreas recreativas, juegos infantiles y zonas de esparcimiento acompañadas de pabellones, restaurantes y kioscos. Del mismo modo, se trabajó en la rehabilitación de muelles y embarcaderos.
En el proyecto del Malecón de Villahermosa, la vegetación tiene un papel clave.
Se implementó un nuevo proyecto de iluminación para mejorar la movilidad y proporcionar mayor seguridad a los transeúntes. Se creó una red ciclista, y se realizó un proyecto de señalética que interconecta toda la zona. La intervención incluye también un trabajo de rescate de más de 125,000 metros cuadrados en la ribera del río.
Cabe destacar que el muro realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no sufrió ninguna intervención, pues es trascendente su utilidad. En 2007, los ríos Grijalva, Usumacinta, Samaria y González estuvieron por arriba de su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO) debido al adelantamiento de la temporada de lluvias y un par de ciclones tropicales.
Como resultado, en noviembre de ese año se inundaron dos tercios de Villahermosa durante casi 40 días. Este desastre afectó a 1,456 localidades y dejó 1,486,849 damnificados. La Conagua construyó un muro de contención en los bordes del Río Grijalva. Aunque fue una solución funcional, la relación entre el entorno natural y los habitantes de la ciudad se fracturó, pero que el proyecto urbano ha reconfigurado.