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La construcción de obras de ingeniería civil encabezó el fuerte repunte de la industria de la construcción en los últimos dos años y se mantendrá fuerte en la primera mitad de 2024, pero se anticipa una desaceleración en el segundo semestre.

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Durante 2023 la construcción de obras de ingeniería civil registró un crecimiento de 78.7%, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) un incremento histórico que respondió a la construcción de las obras de ingeniería de infraestructura insignia del gobierno federal.

 

A pesar de la elevada base de comparación, en el primer bimestre de 2024 se registró un ritmo de crecimiento anual de 48.8 por ciento. De hecho, el ciclo que presenta la industria de la construcción se encuentra en la mayor expansión desde 1993.

 

Según el informe Situación Inmobiliaria México de BBVA, “el sector de la construcción nos sigue sorprendiendo”. Afirmaron los analistas que “el sorpresivo incremento del PIB de la obra civil llevó al sector de la construcción a un nivel más alto de lo esperado. Ahora, incluso contra nuestro propio pronóstico, nuevamente el PIB de la construcción nos sorprende gracias al desempeño de la obra civil”.

 

Para los analistas de la institución financiera, “la obra civil se ha dinamizado a partir de la inversión pública en grandes obras energéticas y de transporte; aunque esto no se refleja en otros indicadores específicos del sector”.

 

Entre las grandes obras de infraestructura que hoy en día son una prioridad federal, destacan el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).

 

 

 

Indicó el informe Situación Inmobiliaria que “en 2023, la obra civil generó un PIB por 331 mil millones de pesos (mdp), cuando un año antes solo produjo 185 mil mdp, esto representa un avance de 78.7 por ciento. Los 331 mil mdp de PIB durante 2023 es el nivel máximo desde 1993, el nivel más cercano fue en 1994 cuando el PIB de la Obra Civil alcanzó los 293 mil mdp.

 

Sin embargo, para este año se experimentará un “impacto por la contracción de los recursos públicos dirigidos a las obras de infraestructura. El recorte del presupuesto para este tipo de obras de casi 20% para 2024 detendrá la actividad en la obra civil”.

 

A pesar del gran desempeño de los dos años previos, el ajuste que se anunció en el presupuesto público para 2024 destinado a dichas obras, permite anticipar una corrección en la tendencia ascendente del sector de la construcción mostrada hasta ahora y que cíclicamente se dinamizan hasta el periodo previo a una elección federal, para posteriormente estancarse.